El Ecuador se debate en una crisis social, económica y política; en estas circunstancias nos aprestamos a elecciones presidenciales para el próximo mes de febrero, con cuyo motivo los candidatos están presentando sus ofertas de campaña, lamentamos tener que decir que existe una pobreza de conocimientos en la mayoría de ellos, evidencian la falta de preparación, no conocen de filosofía, de retórica, menos manejo del lenguaje, poco lectores; parece que nunca leyeron la obras básicas que han hecho grande a los genios de la política como Churchuill, Stalin, Napoleón, Roosevelt; nunca leyeron la Polis de Aristoteles y Platón, el Hombre Mediocre de Ingenieros, Los Miserables de Víctor Hugo, y hasta para saber cómo fueron los políticos perversos como Nerón, Hitler, Musolini, y al propio Nicolaás Maquiavelo; y qué decir de obras de economía, como las de Adans Smith, Keines, para qué seguir nombrando a los actores de la historia de la humanidad, creo que no conocen ni siquiera quién fue Simón Bolívar ni su pensamiento; en fin, estamos ante ilustres desconocidos, como dice don Quiño, son ignorantes a tiempo completo.
Con estos señores, está asegurada una sóla cosa, el Ecuador seguirá fracasando, seguirá en picada, nos alistamos a seguir la triste historia de Venezuela, es lamentable decirlo, pero qué esperamos; ojalá nos equivoquemos y se opere el milagro, que por lo menos el ungido supere su ignorancia, con buena fe, con honradez, y se rodeó de buenos asesores, y de ministros capaces y técnicos, que sepan cómo manejar las distintas carteras de Estado, que le den confianza al país y a los inversores extranjeros, que brinden seguridad jurídica, creen las plazas de empleo necesarias, afiancen la educación en todos los niveles, especialmente el superior, para crear los centros de investigación en ciencia y tecnología. Soñemos con lo mejor, hay que ser optimistas, señor, que ocurra el milagro, aléjanos de todo mal, amén.
Joffre Daza Quiñónez