Muchachos: memes, Tik Tok

Los memes no determinan ni tampoco condicionan la intención de voto de las personas, pero sí nos llaman la atención acerca de lo risible que puede ser la política cuando sus gestores no merecen nuestro favor en las urnas.

La videopolítica y el mundo de la imagen a las que se refería el politólogo italiano Giovanni Sartori cuando examinaba la influencia de la televisión en la política se quedan limitadas, porque en las redes sociales hay una exacerbación del morbo para llamar la atención de los electores, sobre todo los indecisos. No importa travestirse ni ponerse la piel de camaleón para ofrecer entretenimiento a las audiencias.

Las generalizaciones son odiosas, porque desde esa posición todos reciben palo, sin embargo y rescatando lo poco bueno que pueda haber, parecería que se impone una tendencia para farandulizar la política con el uso de mensajes que viajan a través de aplicaciones fáciles de usar y viralizar como el Tik Tok y los memes.

El riesgo de la utilización indiscriminada de estos artilugios es quitarle seriedad a la administración pública, convertir en estrellas de telenovela criolla a los políticos y sobredimensionar lo banal frente a los reales problemas que se deben resolver sin postergación. Cuando la banalidad se impone en la discusión pública se corre el peligro de desplazar las propuestas responsables al olvido y construir tarima a quienes no lo merecen.

¿Por qué la estupidez que podría decir un candidato es más importante que una propuesta seria de otro? ¿Por qué hay tanta cabida en el error antes que en el acierto en la opinión pública? ¿Por qué se infla de popularidad a quienes no lo merecen y se deja en el anonimato a valiosas personas que sí pueden hacer un aporte importante en el país? ¿Por qué causa tanta impresión que un candidato a otro le diga “muchacho malcriado” cuando nos interesa saber más acerca de las propuestas para recuperar el empleo, sostener la dolarización y transparentar el financiamiento de la política? Ojalá no nos quedemos en un ambiente de “muchachos” que inflamos los memes y los vídeos de Tik Tok.