Guatemala contiene con violencia a caravana migrante con destino a México

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El Gobierno de Guatemala bloqueó este domingo con el uso de la fuerza el paso de una caravana compuesta por alrededor de 6.000 hondureños que buscan llegar a Estados Unidos, y mantuvo su postura de no dejar avanzar a la multitud sin una prueba de la covid-19.

Los 6.000 migrantes se encuentran actualmente varados ante una barrera conformada por las fuerzas de seguridad guatemaltecas en el departamento de Chiquimula, fronterizo con Honduras y ubicado 200 kilómetros al este de la Ciudad de Guatemala.

«Estamos hablando de seguridad nacional», explicó este domingo a periodistas el director del Instituto Guatemalteco de Migración, Guillermo Díaz, sobre la postura del país con respecto a no dejar avanzar a los migrantes hondureños.

El Ejército de Guatemala ha desplegado a más de 5.000 soldados en siete departamentos del país y es apoyado además por otros miles de agentes de la Policía Nacional Civil como parte de un plan organizado por el Gobierno en la semana para no dejar avanzar a los migrantes.

Los hondureños, sin embargo, se rehúsan a dar marcha atrás incluso después de que en la mañana de este domingo fueron reprimidos con fuerza a batacazos y con gases lacrimógenos por el Ejército y la policía al intentar avanzar.

«Los soldados se excedieron. Nosotros no somos criminales», explicó Wilmar, un migrante de 50 años que prefiere no decir su apellido, en declaraciones a Efe.

Agotado como los otros miles de hondureños que llevan varios días durmiendo en la carretera y comiendo lo que puede, Wilmar decidió emprende el camino a Estados Unidos después de que el huracán Eta destruyó su hogar en noviembre pasado.

Enfrentamiento violento

Según constató Efe, los migrantes fueron atacados a palos y con bombas lacrimógenas por miembros del Ejército de Guatemala cuando intentaron avanzar en una carretera al este del país, donde permanecen varados desde la noche del sábado.

Los hondureños forman parte de una caravana migrante conformada por más de 9.000 compatriotas, según cálculos oficiales, que salió desde San Pedro Sula en distintas fases los pasados miércoles, jueves y viernes.

El Instituto Guatemalteco de Migración confirmó a periodistas que «se reportan varias personas heridas», incluido su personal, miembros del Ejército de Guatemala y migrantes hondureños, aunque ninguno de gravedad de acuerdo a los reportes preliminares.

El grupo que se encuentra varado está compuesto por alrededor de 6.000 migrantes, mientras que los otros 3.000 hondureños que conforman la caravana han logrado avanzar en algunos casos y en otros la multitud se ha ido diluyendo o ha emprendido el viaje de vuelta a su país.

De acuerdo a las autoridades migratorias guatemaltecas, 1.383 hondureños han sido devueltas a su país en los últimos cuatro días.

La caravana de 9.000 hondureños se coló ilegalmente entre la noche del viernes y el sábado por el puesto fronterizo El Florido, en el departamento de Chiquimula.

Sin embargo, las fuerzas de seguridad impusieron al final del sábado una barrera policíaca unos 20 kilómetros después de la frontera de El Florido, siempre en Chiquimula, por lo que los migrantes se encuentran varados sin poder avanzar.

Operativos cotinuos

Avanzar hasta México podría ser una meta imposible para los migrantes, ya que se han implementado retenes policiacos en las carreteras que conducen al país norteamericano.

De acuerdo al director del Instituto Guatemalteco de Migración, Guillermo Díaz, se han colocado más de 20 puestos de control policiales en la carretera que conduciría a los migrantes desde su actual posición en el este de Guatemala hasta la frontera con México, en el oeste del país.

«No pueden pasar y no van a pasar», había advertido Díaz a la caravana en Chiquimula desde el mismo sábado.

«Es imposible que puedan continuar su ruta. Ya pudieron probar y no fue posible pasar. Las personas que ya pasaron ya fueron detenidas. Los invitamos a que regresen a su lugar de origen», añadió Díaz.

El Gobierno guatemalteco mantuvo durante toda la semana su posición de no permitir el ingreso al territorio de los miles de migrantes hondureños, aunque sí cedió en el avance por la frontera el viernes por la noche y el sábado cuando las autoridades se vieron superados masivamente por la multitud.

Los migrantes no pueden continuar si paso si no cumplen con una prueba negativa de la covid-19, según el Instituto Guatemalteco de Migración.

Los hondureños buscan llegar a Estados Unidos para tener mejores condiciones de vida, alejados de la pobreza y la violencia que azotan el istmo centroamericano, especialmente después de la pandemia y los huracanes Eta y Iota, que tocaron tierra en noviembre pasado. EFE