Ofertas o engaño

La farsa montada por el resbaloso CNE, dejó a mucha gente perpleja ante el cinismo de preguntas y respuestas, cuando entrevistadores ‘vinculados’, pretendieron informar sobre los planes de los aspirantes al gobierno del país.

Observadores coinciden que, todo lo que se dijo fueron clisés superfluos para tratar de entretener a la audiencia, pura demagogia, lo que hace suponer que si los engaños funcionan, el público no tendrá opción y pondrá en Carondelet al que mejor inventó.

Las propuestas fueron enunciados aparentemente sonoros, pero no proyectos válidos de cómo alcanzar soluciones. Los de pensamiento ultra neo liberal ofrecen vender o concesionar todo lo que el Estado posee y sirve para generar dinero para sostener la salud y la enseñanza gratuita. Otros ofrecen potenciar el agro, discurso de siempre y nada, otros bajar impuestos, peor aún, aquellos que ofrecen eficiencia con empresas transnacionales como con las que el actual gobierno está comprometido.

Es evidente que tenemos mediocridad política, que muestra de todo menos conocimiento y eficiencia, alguna gente sospecha que somos manipulados desde el exterior, mediante entidades creadas como fundaciones y otras instituciones con fachada económica que son fundadas para encubrir la subordinación.

La complejidad del futuro, para el país, está en formar líderes y dirigentes que puedan enrumbar los destinos de nuestra sociedad incluso bajo condiciones extremas como una pandemia que estropea vidas y economías, siendo así necesaria una visión técnico económica para diseñar políticas de equilibrio que favorezcan a todos y no solo a un pedazo de la sociedad, de allí que, los electores se hallen en difícil situación porque con su voto definirán el futuro que podrá ser menos malo que el presente o mayormente peor.