La falta de datos sobre el proceso de vacunación preocupa a expertos, en cuanto al buen manejo de las dosis.
Todo medicamento tiene una fecha de caducidad y las vacunas contra la Covid-19 no son la excepción. La Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) señala que las vacunas tienen un periodo de estabilidad de seis meses, “siempre y cuando se mantengan las cadenas de frío o la temperatura que exige cada una de las (marcas)” aprobadas.
El médico-investigador de la Universidad Central, Pablo Araujo, pregunta: “¿cómo saber que la logística se practica de forma adecuada?, cuando el Gobierno mantiene el plan de vacunación en reserva”. Sin embargo, esas preguntas no tienen respuesta oficial, ya que las autoridades sanitarias han entregado pocos detalles sobre el proceso. Estos hechos han motivado a que instituciones como la Defensoría del Pueblo y la Asamblea Nacional soliciten la destitución del Ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos.
“Me preocupa que no tenemos esa logística de los ultras congeladores. Hay que ver si realmente la segunda dosis está bien conservada y en qué recipientes está, porque el recipiente es el que permite que se mantenga a temperatura”, dice el investigador.
LA HORA solicitó una entrevista con Zevallos, pero no obtuvo respuesta.
Arcsa realiza seguimiento
Mauricio Falconí, director ejecutivo de Arcsa, dice que los técnicos están distribuidos en las nueve coordinaciones zonales del país, para “vigilar la cadena de distribución y el uso” de la vacuna.
Para el médico general Andrés Guzmán es importante que Arcsa se maneje con autonomía. “Si el Gobierno no quiere decir ni cuántas dosis deja en cada hospital, ¿cree que van a decir, ‘¡oigan!, esto se nos caducó’? La Agencia de Regulación debe mantenerse alerta y tener farmacovigilantes”.
En efecto, Falconí dice que han activado un comité de farmacovigilancia para que se alerte de cualquier tipo de novedad. Al momento, señala, no han tenido mayores inconvenientes. “Tenemos simplemente alertas, aparentemente, dentro del manejo de los hospitales que se están corrigiendo, que son por el tema de movimientos de la vacuna de una instalación a otra”.
Falconí indicó que es el Ministerio de Salud el que se ha hecho cargo del proceso de la cadena de frío.
Urge una base de datos pública
Pablo Araujo, médico- investigador de la Universidad Central del Ecuador (UCE), dice que el primer paso hacia la transparencia del proceso de vacunación sería crear una base de datos donde se registre, con nombre y apellido, a cada persona que reciba la dosis.
Después de la insistencia de los medios de comunicación y las acciones emprendidas por la Defensoría del Pueblo, el Ministerio de Salud hizo público un listado con las instituciones que recibirán la vacuna en la primera fase. Sin embargo, aún no ha detallado cuántas personas se vacunarán en cada fase (ver recuadro), ni bajo qué criterios se administra la dosis; tampoco el detalle de cuántos son médicos o cuántos son adultos mayores.
El Ministerio de Salud Pública informó ayer que se registró en Pichincha dos nuevos casos con la nueva variante (B1.1.7), del virus de la Covid-19, que fue reportado por Reino Unido, el 14 de diciembre de 2020. Los casos son de un hombre de 64 años y una niña de 12 años, sin relación alguna. El primero ingresó a territorio nacional con prueba RT-PCR negativa, el 11 de enero, proveniente de Reino Unido. La segunda, no registra viajes en los últimos seis meses. Ambos reciben tratamiento médico en dos casas de salud de Quito. (Da clic para leer la nota completa)
Plan de vacunación en Ecuador
Fase cero: Personal médico y adultos mayores (no se sabe cuántos de cada grupo).
Fase 1: Personal sanitario que no se vacunó en la fase 0 y se suman profesores, trabajadores de sectores estratégicos y funcionarios de seguridad pública.
Fase 2: Mayores de 18 años.
Fase 3: Personas de diferentes grupos, de acuerdo a la evidencia científica disponible.
Fuente: Video del ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos.