Correa y Arauz quieren desdolarizar

Declaraciones del candidato Andrés Arauz contra el FMI, su deseo de crear dinero electrónico, repartir mil dólares a un millón de personas y apropiarse de la reserva monetaria depositada en bancos suizos, generan incertidumbre sobre la dolarización (cumplió 21 años el pasado 9 de enero), y fue la mejor medida del presidente Mahuad, pero no evitó su caída.

Arauz habla de una desdolarización buena y otra mala. Pero, no son ideas de este oscuro tecnócrata, convertido en un “mini Correa” que, pese a las dudas que genera, encabeza las encuestas, por el voto duro del correísmo.

Rafael Correa siempre se opuso a la dolarización y lo dijo antes de llegar al poder. Un populista querrá hacer funcionar la máquina de imprimir billetes, para provocar escasez, especulación, inflación, devaluación y otros problemas que generaron la crisis de 1999 y razón de la quiebra de Venezuela y Argentina.

En la Revista del Sur, N° 160, Montevideo, Uruguay (abril-junio 2005, págs. 5 a 18), con el título de “Dolarización y Políticas Alternativas” Correa planteaba: “la búsqueda de una salida ordenada. Dadas las condiciones externas, tal vez es el momento apropiado para ensayar una salida ordenada a la dolarización, antes que los fundamentos económicos se deterioren aún más”.

Agregaba: “… además de los grandes desafíos técnicos para salir de la dolarización, se trata de un problema de consenso político y social, la parte técnica tendría que enfrentar tres problemas fundamentales e interrelacionados: crear demanda por la nueva moneda, evitar una crisis bancaria por corrida de depósitos y evitar una crisis de balanza de pagos por salida de capitales.

Según Correa, la salida de la dolarización debería realizarse de manera paulatina, dividida en tres etapas: la primera de “blindaje financiero y externo”, la segunda “desdolarización” y la tercera de “corrección de precios relativos”.

Agregaba, en “una segunda etapa se introduciría la nueva moneda con un período de bimonetarismo con paridad fija, como la convertibilidad argentina, con controles temporales del sistema cambiario para garantizar la paridad de esta moneda”. Luego se crearía demanda para esta moneda como medio de pagos y la desdolarización de la economía. La moneda se usaría como reserva de valor y unidad de cuenta y patrón de pagos. “El Estado debe crear una red de estímulos y reformas institucionales para inducir a los agentes económicos a utilizar la nueva moneda nacional”. Entonces, se trata de elegir entre dolarización y desdolarización