El Voto es decisivo…

Diario El Universo, el día 3 de febrero de 2021, publicó un extracto de la entrevista del presidente Lenín Moreno con la periodista Vicky Dávila, para la Revista Semana, con motivo de los terribles archivos del abatido Uriel, miembro del grupo irregular (ELN), de donde aparece el posible aporte de este grupo guerrillero para la campaña de Aráuz, con un monto de ochenta mil dólares, ante lo cual el mandatario ecuatoriano se expresó así: «No soy yo el que le ha calificado de delincuente, secuestrador, corrupto y ladrón (a Rafael Correa), lo ha hecho la justicia (…) Yo sé que no tendré dónde esconderme, porque no tuvo dónde esconderse la gente que ha sido asesinada como el general Jorge Gabela, como Bosco Wisuma, como el capitán Ortega, Quito Pazmiño, su esposa, su suegra, el periodista Valdiviezo, etc, etc, etc (…) así era las venganzas que tenía el expresidente Correa (…) Le voy a pasar el listado de todas las violaciones flagrantes, asesinatos, secuestros, crímenes de todo tipo que se cometió por orden del presidente Rafael Correa».

Lo cierto es que vivimos un momento fatal, en el que Moreno arremete en contra de Correa, su ex colega de movimiento, con declaraciones aterradoras, mucho más cuando la figura de Rafael Correa se ha bandereado en todo el país vivando y sosteniendo la campaña de Andrés Araúz, con quien pretenderían los correistas arreglar tanto entuerto con la justicia, pues no solamente es Rafael Correa, sino sus más allegados compinches, quienes están imputados por varios delitos y algunos de los cuales están ya prisión o prófugos de la justicia.

Estas circunstancias bochornosas de quien nos ha gobernado durante diez años y que se ventilan internacionalmente, golpean al electorado acrecentando la desesperanza y la total desconfianza en este tipo de políticos que durante toda la llamada “década ganada”, nos predicó honestidad y hoy su rostro, y el de sus allegados son la imagen del delito.

Sin embargo de todo hoy es un día decisivo, porque nuestro voto debe evitar que se repitan estos hechos indignantes, para que nunca más vuelva la prepotencia, la imposición, la vulgaridad y el más burdo populismo, a través del cual las tarimas políticas se convertían en pistas de canto y baile, mientras en los escritorios se fraguaban atracos de toda índole.