Desafío a la muerte

Una puerta más se abrió durante las votaciones para desafiar a la muerte, fue así de fácil, muchas personas al parecer se cansaron de la mascarilla y lucían sin ella, sería por olvido o ignorancia? La verdad inmisericorde se presenta a la vista en gorma desafiante, a lo mejor creen que el facultativo médico al haber cumplido con el juramento a Hipócrates tiene la obligación de aguantar los desatinos de personas que no se consideran a sí mismo peor a los demás. No es posible que se viva condicionando el mal actuar con tanta equivocación o que viva el ser humano al margen del error, arriesgándose a sí mismo y a los demás, hay que aprender a vivir y a respetar las normas, la ciencia no nos ha enseñado si la desobediencia o la

locura es o no lo más sublime de la inteligencia, pero sí sabemos que la verdad retorcida por la desobediencia o ignorancia es una señal temida que amenaza muerte.

Si teníamos que cumplir con el mandato cívico y patriótico teníamos que ajustarnos a las normas, luego de cumplir con el sufragio regresar al hogar y respetar las normas de pulcritud, aseo y control pero al parecer algunos tomaron como deleite, paseo y distracción. ¡Qué pena!

Las personas prudentes y bien educadas cuando no poseen los conocimientos que son necesarios para obrar con el debido acierto, jamás deben arriesgarse a cometer desatinos y desobedecer. Bien vale el amargo silencio y proceder inteligentemente para apreciar las sanas costumbres en todas las circunstancias.

El ambiente de seguridad emocional es lo que ameritamos recibir y cumplir sobre todo en estos momentos decisivos del buen futuro para los ecuatorianos que anhelamos el Ecuador de paz perdido en una década.

María Luisa Gómez de La Torre