Derecha dividida

A pesar de las sentencias en contra de Rafael Correa y a pesar de que se busque a toda costa impedir su próxima candidatura a las elecciones de 2021, el movimiento correísta hoy lidera muchas encuestas.

Lenin Moreno, como a menudo lo he señalado, ha tenido dos grandes logros: fortalecer al correísmo y dividir a la derecha, que hoy no solamente no lo respeta sino que le hizo quedar como cadáver político en la Asamblea, al elegir como nueva vicepresidenta de la República a la tercera de la terna. Obstinarse en decir que esa fue la estrategia, es una payasada más de unos cuantos improvisados que hace rato perjudican al Ejecutivo.

La elección de la actual vicepresidenta fue un claro desacato a la autoridad presidencial y la oficiliazación de una nueva y poderosa alianza política que dará mucho que hablar en el país.

Así que para buscar entender quién va a ser el próximo presidente de la República, deberemos entender que las cosas pasarán por las estrategias de Correa y Nebot pues allí puede haber sorpresas. La derecha está dividida y débil, y no se pone de acuerdo sobre un candidato único o, peor, sobre una estrategia común contra el correísmo.

Todos persiguen el poder y sus intereses sin entender, como siempre, el verdadero sentir del pueblo que hoy más que nunca necesita de obras y esperanza, más no de candidatos cercanos a los grupos de poder que hasta hoy apoyaron a Moreno.

Otto y Lasso son lo más visible y rentable que tiene hasta hoy la derecha, pero están divididos y, siendo los dos de Guayaquil, solo perjudican de manera irremediable al voto anti correísta en la Costa. Y si hubiese otro candidato más fuerte, este solo seguiría contribuyendo a la división del voto.

Hoy por hoy, lo más seguro es que gane el candidato de Correa o el candidato de la derecha que termine apoyando Correa quien, inclusive, podría ser invitado a participar como candidato de un partido ya existente. Así que cuidado, pues de la derecha queda solo la estrategia efectiva de Jaime Nebot y de las alianzas que pueda lograr.

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Salvatore Foti