El plan de un cuarto de siglo

Oswaldo Castro S.

Algo turbio se gestó para quemar a Guillerom Lasso en esta elección y allanar el camino para el quinto período del correato, luego de los 12 años de Rafael Correa, el actual de Lenín Moreno y el de Andrés Arauz.

Dejaron caer a Lasso en la Costa, bastión de los socialcristianos, para que el delfín de Correa se llevara la región. Pérez hizo su trabajo en la Sierra y la Amazonía. Lasso ganó únicamente en Pichincha.

Una buena parte de la votación de Yaku Pérez y Xavier Hervas no se trasladaría a favor de Lasso, a menos que se concrete un acuerdo serio.

Bien podría ser el Acuerdo Nacional que por años ha pedido el país para guiar a la política, a la administración pública, a la Asamblea, a la Justicia, a la actividad económica gubernamental y privada. La situación requiere comprensión de lo actual y el futuro, y un alto grado de desprendimiento.

Si Correa gana de nuevo, se iniciará el quinto período, muy parecido al primero: captación y sometimiento de la administración y la función judicial, corrupción y saqueo; los correistas de segunda generación no se quedarán atrás y terminarán de aniquilar al país.

Con la década cochina (Correa y China, dueños de país y de las finanzas), padeceremos casi un cuarto de siglo en manos del correato, 12 años del caudillo y tres períodos posteriores.

Es el plan ‘casi’ perfecto porque puede ocurrir lo inesperado, un Acuerdo Nacional que responda al peligro y audacia de Correa, a la decisión magistral de Lasso o Pérez de desistir al segundo puesto y permitir que el más opcionado enfrente a Arauz.

Lasso tiene condiciones para hacer una buena presidencia, Pérez no se presentaba como extremista.

Quien tome la decisión histórica ganaría una posición destacada en la historia, el reconocimiento del 68% que rechazó a Correa y el agradecimiento de todo el Ecuador. Y habrá cortado de raíz el plan de un cuarto de siglo corrupto, destructor de los principios sanos que caracterizaban a los ecuatorianos.