1 de enero de 1865, primer Sello postal ecuatoriano

El 18 de abril de 1864, el Congreso Nacional aprobó el Decreto legislativo por el cual autorizó al Poder Ejecutivo la inversión de 2970 pesos con el objeto de “mandar a romper 3 planchas en Europa, para emplearse en las franquicias de correos”. El ejecútese fue puesto dos días después por el vicepresidente de la República, encargado del poder ejecutivo, Raúl Carvajal, el entonces ministro de Hacienda, Pablo Bustamante, contrató con un impresor de Quito, Manuel Rivadeneira, la primera emisión de sellos postales por igual cantidad que la dispuesta por el Congreso Nacional, pero a un costo de 1500 pesos.
Por razones económicas, la primera emisión se hizo en el país. Posteriormente y durante décadas, los sellos se hacían en el exterior, hasta que esta labor fue encargada finalmente al Instituto Geográfico Militar.
Al reglamentar el uso de las estampillas, el gobierno determinó que desde el 1 de enero de 1865, la franquicia de las cartas se hagan con los nuevos sellos postales, y fijó el valor fiscal de ellas, que en el Decreto Legislativo nos explicó.
Con las tres planchas se imprimieron estampillas de medio real, color azul, un real, colores verde y amarillo y de cuatro reales, color rojo.
Esta última circuló en 1866 y es una de las más cotizadas e interesantes de la filatelia ecuatoriana.
Los diseños adoptados para estas primeras impresiones no fueron originales se tomaron modelos de una estampilla griega para la de medio real; y de una mexicana para la de cuatro reales. La viñeta o dibujo principal en el Escudo de Armas del Ecuador. En la parte superior de las de medio real hay l leyenda “Ecuador Correos”, y en la de cuatro reales: “Correos Ecuador”, en la parte inferior de todas, consta el valor facial y nominal de cada una.