Una belleza de la campiña
La nueva Miss Ecuador Connie Jiménez rompe esquemas tradicionales en su labor de reina.
Hace cinco meses Connie dejó temporalmente el machete y las largas botas de caucho que usaba para estudiar el campo y los animales, en San Antonio de Oriente (Honduras).
La actividad la hizo a un lado para meterse de lleno en el certamen Miss Ecuador, cuyo título lo consiguió el pasado sábado y, con este, un triunfo histórico para su natal Ventanas, provincia de Los Ríos.
En diciembre del año pasado finalizó la carrera de Agroindustrias en la universidad hondureña Zamorano. Para ese entonces, los vestidos y tacones estaban muy lejos de la fluminense.
Connie nació en San Juan de Pueblo Viejo, una pequeña parroquia riosense de amplio movimiento comercial, cercano al cantón Ventanas, donde creció junto a sus padres Manuel Jiménez y Katty Romero; y sus dos hermanas Simoné y Kathita.
“Toda mi niñez fue hermosa, la pasé en el campo rodeada de la naturaleza y animalitos. Mi abuelito me llevaba a ordeñar las vacas muy por las mañanas y me hacía tomar como rutina la leche recién salida calientita. Todo eso me encantaba y el entorno me divertía mucho”, recordó la ‘miss’ de 20 años de edad.
A pesar de su apego por la agronomía, sentía un gusto por las actividades relacionadas a la belleza.
“Me gustaban los certámenes de belleza. Siempre observaba a las ‘mises’, pero no era un sueño inmediato. Tal vez, era una idea muy lejana, porque mis padres siempre me inculcaron que primero eran mis prioridades y entre estas estaban mis estudios”, expresó.
A sus 10 años de edad, tuvo la oportunidad de competir en el certamen Niña Ecuador, donde logró el primer lugar.
Cambios
No obstante, el destino de Connie dio un giro radical. En febrero de este año decidió colgar las botas y el sombrero para aprender a caminar parsimoniosa con zapatos altos y sacar todo su garbo para la competencia de belleza nacional.
“Me bajé de la tarima de mi graduación y ni bien se abrían las inscripciones del concurso ya me estaba registrando (…) Con la aceptación de mis padres empecé con todo. Con dieta, con ensayos y ejercicios. La corona fue realmente un sacrificio”, señala la beldad tras acotar que su reinado no le impedirá seguir usando botas y machete. “Soy una campesina y muy orgullosa de mis raíces”, presume con tono enérgico y a manera de rechazo en torno a las críticas recibidas por redes sociales respecto a su origen.
De ahí, que se siente feliz porque por primera vez Ventanas tiene una reina.
“No veo la hora de estar con mi gente y celebrar con ellos”,
acotó.
En el campo
Como Miss Ecuador, desea formar escuelas de campo con la intención de potenciar el trabajo de las mujeres del agro. “Enseñarles nuevas prácticas para desarrollar las siembras, fomentar sus granjas, ayudarles con insumos y todo lo necesario para que puedan despuntar estas actividades”, explica.
Connie quiere demostrar que sí se puede combinar el agro con la belleza y esta es una de las cosas que exteriorizará durante su paso en Miss
Universo.
“Quiero mostrarle al mundo que nosotras podemos ser bellas, valientes, esforzadas, trabajadoras y que no hay nada que no podamos hoy en día hacer. Que las actividades del campo no te someten a estar exceptuada ni estereotipada como una simple granjera, sino que podemos tener todo a la vez”, explica. (JCL)
EN DETALLE
La soberana también demostró tener aptitud para el canto. Por ahora, lo toma como ‘hobbie’ y no descarta en un futuro incursionar en este ámbito.
Le gusta tocar el piano y la guitarra. Además de componer canciones en sus ratos libres.
De pequeña ordeñaba vacas y siempre estuvo muy cercana a su familia.