La economía y el entorno para hacer negocios son los principales damnificados de la creciente inseguridad

COMERCIO. Mientras la inseguridad crece, la economía y las ventas van a la baja.
COMERCIO. Mientras la inseguridad crece, la economía y las ventas van a la baja.

Actualmente, la mejor política económica que se puede implementar es poner un freno a la delincuencia y la violencia. Hacer negocios se presenta cuesta arriba este 2024.

Aún antes de los últimos hechos violentos del 8 y 9 de enero de 2024, que incluyeron atentados, toma de medios de comunicación y más actos delictivos, Prófitas, en su informe titulado ‘Ecuador: Top Risks 2024’, ya ponía a la creciente inseguridad como el principal riesgo para las empresas y el entorno para hacer negocios en este año.

Ecuador cerró el año 2023 como uno de los países más violentos de la región de la mano del crecimiento sin precedentes de los homicidios.

A eso se sumó el “aumento exponencial” de los secuestros (386% más en la última década) y de las extorsiones (1.312% más).

“El pago de extorsiones se ha vuelto una práctica particularmente extendida para prevenir ataques en locales comerciales, evitar el robo de mercadería e incluso el robo a los trabajadores”, dice Profitas.

Esta situación, sobre todo en ciudades de la Costa como Durán, pero también en el resto del país, ha obligado a modificar los horarios de atención de los negocios, a cambiar los cronogramas de distribución de los productos y a invertir mucho más en seguridad.

El resultado es una caída de los márgenes de ganancias; mayor presupuesto para seguridad, pero menor presupuesto para inversión y contratación de personal; además de una reducción considerable en las ventas.

En el corto plazo, de acuerdo con Profitas, todos los problemas vinculados con la inseguridad y el narcotráfico tienen una alta probabilidad de profundizarse.

Organismos multilaterales como el Banco Mundial ya han actualizado a la baja la proyección de crecimiento de Ecuador. Ahora se habla que, en el mejor de los casos, será del 0,7% en 2024.

Ataque al bolsillo

Según un reporte de Inteligencia Empresarial, ya desde julio de 2023 se ha visto una caída de las ventas locales de entre -0,9% y -1,5% mensual durante el segundo trimestre del año pasado. Si se incluyen las exportaciones, la caída de las ventas es mayor.

En enero de 2024, con la profundización de la inseguridad, sectores como el comercial y el turístico ya prevén incluso hasta un 20% menos de ventas que en otros inicios de año.

Así, la situación apunta a menos dinero en los negocios, menos dinero en el bolsillo de la gente y menos dinero en el fisco.

En 2023, ya se vieron caídas importantes en la recaudación de impuestos: julio (-1,6%), agosto (-6,3%), septiembre (-11,16%), octubre (-5,8%) y noviembre (-8,8%).

Andrés Rodríguez, gerente general en Oikonomics Consultora Económica, explicó que en el segundo trimestre de 2023 ya se identificó cómo empresas en Quito, Guayaquil y Cuenca estaban comenzando a reducir sus horarios y, de igual manera, cómo la gente dejaba de consumir.

“Ante la situación actual de inseguridad, por ejemplo, se preguntó a familias quiteñas cómo ha evolucionado su consumo general. El 53% de los encuestados respondió que había disminuido su consumo; un 41% que se había mantenido; y apenas un 6% dijo que había aumentado”, contó Rodríguez

Sobre las perspectivas de ventas de las empresas, ya antes del inicio violento de 2024, un 75% de los encuestados en Quito preveían una caída importante; un 15% consideraba que los niveles se mantendrían; y solo un 9% tenía expectativas de crecimiento.

Aunque el impacto es en todos los sectores, las principales afectadas son las actividades vinculadas al turismo, el ocio y la diversión, con menos salidas a restaurantes y menos planes de viajes turísticos dentro del país. (JS)

Además de la inseguridad, los otros riesgos que se ciernen sobre el entorno de negocios en Ecuador son: Gobierno improvisado, condiciones financieras globales, el fenómeno de El Niño, la situación económica de Estados Unidos, el populismo electoral, la crisis fiscal y el populismo en la Asamblea.

¿Cómo enfrentar la situación de inseguridad e incertidumbre?

Andrés Rodríguez, gerente general en Oikonomics Consultora Económica, recalcó que, en medio de la actual situación de inseguridad e incertidumbre, los empresarios y emprendedores deben tomar en cuentas las siguientes recomendaciones:

1 Velar por la seguridad del negocio y los trabajadores, incluso antes de los temas comerciales y de ventas. Tomar las medidas de protección que se puedan y establecer planes de acción ante diversas situaciones.

Estar atentos a la información oficial de lo que está pasando y de lo que va a pasar porque, como pasó el 9 de enero, se toman decisiones de un minuto al otro que pueden afectar el desarrollo de los negocios.

2  Ante la reducción en el consumo y la demanda, Rodríguez alertó que las empresas deben ajustar cuánto le están comprando a sus proveedores. Es momento de optimizar costos, reducir los insumos y ajustar la producción a los nuevos niveles de demanda. Esto con el fin de minimizar pérdidas. “No se puede seguir produciendo lo mismo, si se está vendiendo menos”, puntualizó

Muchos emprendimientos, sobre todo empresas pequeñas y micro, no llevan buenos registros de compras y de ventas. Eso es el peor error que se puede cometer y más en tiempos de crisis.

“Se debe tener un enfoque conservador. Lo básico es priorizar los recursos y ajustar el negocio a la nueva realidad de los clientes”, añadió.

3 Es el momento de tomar decisiones con la mayor información posible. Se recomienda preguntar a los clientes sobre los productos y servicios que necesitan ahora, y cómo los necesitan.

Desde las tiendas de barrio hasta las empresas más grandes, deben hacer encuestas y levantamientos de información; trabajar la base de datos de los clientes (si no la tiene, generar una).

“Existen mil mecanismos para saber qué está buscando el cliente. Se puede contactar a través de WhatsApp, de manera presencial cuando va a la tienda, por correo, entre otros”, aseveró Rodríguez.

4 Buscar sinergias con otros negocios. Como ya nos enseñó la pandemia, en momentos de crisis se debe buscar una relación más estrecha con otras empresas y con los proveedores para buscar mejores condiciones para las compras de insumo, para establecer estrategias conjuntas de ventas, entre otras medidas.