Ecuador no resuelve sus problemas estructurales 21 años después del acuerdo con el FMI de 2003

GOBIERNO.Daniel Noboa y ministro de Economía, Juan Carlos Vega, deberán tomar decisiones de fondo sin pensar en la reelección
GOBIERNO.Daniel Noboa y ministro de Economía, Juan Carlos Vega, deberán tomar decisiones de fondo sin pensar en la reelección

Hace más de dos décadas, en la carta de intención firmada con el FMI, se hablaba del pesado gasto en salarios, de los subsidios, de los atrasos, de las empresas eléctricas ineficientes. ¿Por qué el país no logra concretar las reformas que necesita?

“Importantes reformas estructurales estancadas. Un Gobierno Central enfrentando crecientes pagos atrasados, escasa liquidez en la caja fiscal y con pocas posibilidades de nuevo financiamiento, mientras se desacelera la actividad económica”.

Este panorama encaja con la realidad del Ecuador de finales de 2023 e inicios de 2024, en vísperas del nuevo acuerdo de financiamiento firmado entre el Gobierno de Daniel Noboa y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Sin embargo, el panorama descrito en el primer párrafo sale del texto de la carta de intención que en 2003 firmó el Gobierno de Lucio Gutiérrez con el FMI.

Luego de 21 años de ese trato, la economía ecuatoriana parece estar estancada en los mismos problemas, nuevamente con un fisco sin capacidad de pago y un Estado ineficiente y caro de mantener.

En la carta de intención firmada en 2003 se establecían temas que hasta ahora no se han podido resolver, que se hicieron a medias, que se probaron por poco tiempo y después se revirtieron, o que se postergaron hasta que llegue el momento adecuado (que nunca llega).

Entre esos temas estaban los siguientes:

1 Eliminación de subsidios en tarifas de servicios públicos, incluyendo el sector eléctrico.

2 Proyecto de ley para transferir el control de la administración aduanera al SRI.

3 Venta del Banco del Pacífico a un inversionista privado.

4 Entrega de la administración de empresas públicas de telecomunicaciones y electricidad a sociedades internacionales de prestigio.

5 Revisión de los subsidios a los combustibles, incluyendo el gas, y reforma integral para mejorar la producción, distribución y venta de derivados y otros productos petroleros.

El Gobierno de Gutiérrez, aun antes de firmar el acuerdo con el FMI, hizo un ajuste de hasta el 30% en el precio de las gasolinas.

6 Auditoría y reforma estructural de todo el sistema de seguridad social: IESS, Issfa e Isspol.

7 Reforma de la administración pública, incluyendo la reducción del número de servidores y la masa salarial.

Como paso previo, antes de la carta de intención con el FMI, el Gobierno de la época emitió un decreto de austeridad con medidas de corto plazo como el congelamiento de los salarios; la reducción del 20% en el sueldo del presidente, y la reducción del 10% en las remuneraciones superiores a $1.000. Pero luego, nunca se concretó la reforma integral del Estado

8 Reforma tributaria para, entre otras cosas, eliminar impuestos pequeños con bajo rendimiento y altos costos administrativos; reducir exenciones y escudos fiscales ineficientes; ampliar la base de contribuyentes.

9 Manejo responsable de los recursos petroleros y el establecimiento de mecanismos de ahorro, como Fondo de Estabilización Petrolero, para reducir el creciente peso de la deuda pública y generar más espacio para la inversión.

10 Plan para reducir de atrasos internos y externos.

FMI no es responsable de que Ecuador no resuelva sus problemas económicos

Mauricio Pozo, que era ministro de Economía cuando se firmó la carta de intención de 2003, explicó que el Ecuador no soluciona sus problemas estructurales por cuatro razones fundamentales.

-Inestabilidad de las políticas: Pozo recalcó que cambian las autoridades o los Gobiernos y quieren “inventar el agua tibia” y en muchos casos anulan, por razones ideológicas, políticas o electorales, lo hecho anteriormente.

“Hay un problema de falta de continuidad de las políticas. A pesar de que cambien los gobiernos, hay cosas que se pueden afinar, pero los temas de fondo no deberían toparse: endeudarse adecuadamente, no gastar más de lo que se recibe, la calidad de gasto público”, dijo Pozo en entrevista con LA HORA.

– Nadie quiere ceder posiciones: Hay mucha interferencia de “la economía política en la política económica”. Por ideología, y otros intereses, nadie quiere ceder posiciones para objetivos comunes generales.

“Si quiere bajar el tamaño del Estado, le salta al sindicalismo público: si quiere focalizar los subsidios, le saltan los indígenas. Nadie piensa en el bosque, si no en los tres árboles donde están parados”, apuntó Pozo.

-La popularidad es más importante que hacer lo correcto: Hay decisiones que son técnicamente convenientes, pero que por razones políticas o electorales no se adoptan. “Hablar del subsidio al diésel es un tema complicado y por eso se abandona y se sigue pateando el problema. Se sigue postergando hablar de una reforma a la seguridad social. Son temas sensibles y hasta polémicos; pero se tienen que abordar”, recalcó Pozo.

-Falta de decisión política: Los gobiernos ven mucho el espejo de su popularidad y su apoyo y por lo tanto no quieren tomar ciertas acciones que les puedan afectar.

Se eluden temas como el papel que debe cumplir el Estado. “Yo participo de la idea de que el Estado está para servicios públicos de calidad. No está para ser un empresario fallido. Se desperdician recursos. El Estado no debería seguir siendo administrador de gasolineras, de empresas hidroeléctricas, de empresas de telecomunicación, de canales de televisión, etc”, aseveró Pozo. (JS) Para leer la noticia completa, hacer clic en www.lahora.com.ec

Presión social para que se cumplan reformas firmadas con el FMI

Según el exministro Pozo, la única manera de romper el ciclo de incumplimientos, y reformas estructurales truncadas, es que persevere una opinión pública activa que exija y empuje los cambios

“Estamos llamados a seguir presionando. No veo otra forma, si no es a través de la opinión pública de los medios, de los sectores que pueden tener algún peso, no sé si los propios gremios, las universidades, los centros académicos, tal vez exmandatarios que tengan una opinión y un aporte que brindar”.

Presidente Noboa: Olvídese de la campaña y haga las reformas que se necesitan

El exministro de Economía, Mauricio Pozo, considera que el presidente de la República, Daniel Noboa, debe adoptar las decisiones que el país necesita independiente del proceso electoral que se viene.

“Me dirán que eso en el papel suena bien, pero en la práctica no es así. Puede ser verdad, pero si no se hacen las cosas ahora, no se harán después. Nunca es el momento ideal u oportuno. Este presidente ha tenido una popularidad alta (que ahora ha bajado un poco). Si no lo hace él, quién lo va a hacer. El próximo gobierno empezará de cero y no querrá tomar decisiones que mermen su popularidad”, acotó Pozo.

El exministro recalcó que al final la historia siempre reconoce a quién hace lo correcto, aún a costa de su popularidad de corto plazo.

“Presidente (Noboa) no piense mucho en si va a ser reelecto o no y tome las acciones que el país necesita es mi punto y en el tema específico de subsidio a los combustibles como abordar el tema.

En temas como el subsidio a los combustibles, el actual Gobierno debería tener claro que lo perfecto es el enemigo de lo bueno; y que lo más simple es lo mejor.

No se debe buscar precios diferenciados para cada sector o actividad económica, como en algún momento se anunció.

“Eso no funciona en ninguna parte del mundo. Los precios tienen que ser reales, y si hay necesidad de regresarle un beneficio a alguien, sí necesite el apoyo del Estado, se debe dar un aporte directo a los sectores de menos ingresos. Lo que sucede ahora es que el 80% del subsidio se lo llevan los que más tienen”, afirmó.

Pozo está convencido que se debe tomar en cuenta las experiencias internacionales sobre focalización de subsidios de los combustibles, y tomar la decisión.

El exministro recordó que durante el Gobierno de Gutiérrez en 2003 se hizo un “ajuste importante” del precio de las gasolinas; y con Lenín Moreno, cuando Pozo repitió como ministro en 2020, se implementó un sistema de bandas para ajustar el precio de los combustibles, primero un 5% y luego un 3% cada mes.

“Eso lo hicimos en plena pandemia y después vino el presidente Lasso y quitó. Hasta ahora no entiendo por qué quitó. Si era política la razón, le fue pésimo porque tomó la decisión antes (7 meses antes en octubre de 2021) de que haya levantamiento de junio de 2022”, concluyó Pozo.

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