El Gobierno debe blindar a Galápagos del narcotráfico

Cerca de 300.000 turistas visitan las islas Galápagos cada año. El 67% son extranjeros.
Cerca de 300.000 turistas visitan las islas Galápagos cada año. El 67% son extranjeros.

En el archipiélago no hay muertes violentas ni bandas delincuenciales. Lo que preocupa es el tráfico de droga y combustibles.

Galápagos es la única región del país que en 2023 no registró muertes violentas. A lo largo de su historia esta siempre ha sido su realidad, aunque en 2021 hubo un femicidio.

“Todo está tranquilo. Galápagos es un destino seguro”, contesta Fanny Uribe, alcaldesa de Santa Cruz, al consultarle si este año han vivido ataques terroristas, como los registrados en Ecuador continental y que obligaron al Gobierno a declarar el estado de excepción.

Pero en las islas también hay “secretos a voces, cosas  que preferimos no denunciar para no afectar la imagen ni ganarnos enemigos”, dice el propietario de un hotel, quien prefiere no dar su nombre por seguridad.

Identificar y expulsar al enemigo

En un mapa elaborado por la Policía Nacional, en el que se detalla cuáles son los grupos de delincuencia organizada radicados en cada provincia, no se visualiza ninguno en el archipiélago de Galápagos.

A decir de la Policía, esto va de la mano con las cero muertes violentas en la zona. Es decir, que no se ha identificado a bandas narcodelincuenciales en dicho territorio.

“Somos gremios unidos y cuando quisieron llegar los vacunadores, nos organizamos para denunciar y les sacamos a patadas”, confirma el hotelero.

Fue así, en septiembre de 2023, se vivió lo inesperado. Los extorsionadores habían llegado al lugar más turístico del Ecuador. Sin embargo, tras la denuncia de una adulta mayor el ‘vacunador’ fue detenido. “Podemos decir que acá la Policía sí actúa más rápido que en el resto del país () es que vivimos en un 80% del turismo, si no somos un sitio seguro caemos todos”, agrega.

En Galápagos, a diferencia del resto de Ecuador, las extorsiones no son comunes”, señala la Policía Nacional.

Pero los secretos a voces deben ser escuchados, porque así como ya hubo un extorsionador que se hizo pasar como turista, han existido otros eventos que muestran que Galápagos está en la mira de las mafias.

Diego Altamirano, máster en Ciencias Políticas y Seguridad Pública, dice que el Gobierno no debe hacer como en el resto del país, “donde se espera que las mafias actúen para buscarlas. Hay que blindar a Galápagos, estudiar cuál es el potencial enemigo y expulsarlo”.

Decomisos

En 2019, la Armada informó sobre un cargamento de droga que había pasado por Galápagos, en lanchas, antes de ser decomisada.

El 1 de noviembre de 2023, la Armada capturó una embarcación a 180 millas náuticas al suroeste de la isla San Cristóbal, en la que dos hombres (ecuatorianos) transportaban canecas con combustible y 16 bultos de sustancias estupefacientes.  El decomiso representó 4 millones dólares.

Solo 23 días después de este hecho, un narcosubmarino, con al menos cinco toneladas de droga, fue localizado y detenido frente a las costas de Galápagos. Hubo tres detenidos (extranjeros) y, según la Policía, la droga iba a ser enviada a Centroamérica y Estados Unidos.

En 2023, en Galápagos se han incautado cerca de 25 toneladas de cocaína,150% más que en 2022. “Hace apenas cuatro años, la Marina capturó solo 1 tonelada”, señalan datos recabados por The Washintong Post. (AVV)

Esmeraldas y Manabí como ejemplo

Altamirano señala que las provincias de Esmeraldas y Manabí sufren las consecuencias de la inacción de los gobiernos que pensaron que los “conflictos internos” se debían resolver entre bandas, sin que esto pudiera significar “una escalada de violencia que hoy por hoy mantiene a estas provincias con altos índices de homicidios y delincuencia”.

En la década de 1990, recuerda Altamirano, “en Manabí se sabía del conflicto entre las bandas de los Queseros y los Choneros. La población sabía de las matanzas que hubo por sus rivalidades, pero nadie hizo nada para frenar esos primeros indicios de violencia. Tal vez hoy, la historia del país sería otra”, señala,

El modus operandi de las bandas es llegar, de manera silenciosa, a un territorio. Pero “una vez que llega competencia, inician las matanzas y todo lo que hoy vive el país”, dice Altamirano.

Los traficantes de droga han hecho de las Islas Galápagos su estación de gasolina. Así tituló The Washington Post en su portada del 18 de enero de 2024.

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