Incluso si tiene afiliación al IESS, se necesita un plan de ahorro adicional para no tener problemas económicos en la vejez

PERSONAJE. Rodrigo Ibarra también es presidente de la Asociación Ecuatoriana de Actuarios
PERSONAJE. Rodrigo Ibarra también es presidente de la Asociación Ecuatoriana de Actuarios

En Ecuador, se debe impulsar una cultura de ahorro. Los tres sistemas de seguridad social no tienen garantizada su sostenibilidad a futuro. ¿Cómo puede planificar su jubilación?

Rodrigo Ibarra, actuario y presidente ejecutivo de Actuaria Consultores, explica la situación real de los tres sistemas de seguridad social en Ecuador, y la necesidad de establecer sistema de ahorro complementario para llegar a la vejez con dinero suficiente para vivir tranquilo.

P ¿Los ecuatorianos tienen cultura financiera de ahorro y planificación de la jubilación?

Somos gente que no prevé el futuro y vive a corto plazo. A los ecuatorianos y los latinoamericanos no nos interesa pensar en qué haremos en 10, 20 o 30 años.

Estamos más acostumbrados a gastar o disfrutar el presente y no invertir como sí es el caso de los europeos.

Ante eso, el Ecuador necesita hacer un cambio. Hay que crear consciencia para que tanto la gente que tiene seguridad social, como aquella que no lo tiene, pueda empezar un plan de ahorro que le permita cubrir una jubilación cuando lleguen a edades avanzadas.

P ¿Incluso teniendo afiliación a la seguridad social es necesario tener un plan de ahorro adicional para llegar sin problemas a la vejez?

Nosotros hemos tenido el privilegio de hacer estudios actuariales para los tres institutos de seguridad social en el país: IESS, Issfa e Isspol .

Los tres institutos tienen sus peculiaridades, pero en ninguno está garantizada la sostenibilidad a futuro.

Hay una amenaza cada vez más cierta de que el fondo de pensiones del IESS colapse y eso no lo digo por alarmar.

A través de modelos matemáticos hemos podido ver cómo va a evolucionar la población en los próximos años. Si no hay cambios sustanciales, nuestros abuelos, nuestros padres o las personas que están por los 50 años, posiblemente tengan que recibir pensiones más bajas que las actuales.

Y los jóvenes, aquellos que tienen menos de 40 años, posiblemente no tengan jubilación de la seguridad social.

Es imprescindible proponer sistemas alternativos de ahorro.

P ¿Es cierto que uno de los problemas de sostenibilidad de la seguridad social es que se aporta muy poco y se tiene un alto subsidio estatal?

En Europa, la gente aporta alrededor del 20% del sueldo mensual para llegar a tener una pensión de entre el 70% y 80% de ese sueldo.

En el Ecuador, el porcentaje es bastante más bajo porque tenemos el famoso 40% de aporte estatal, es decir, en realidad lo que el trabajador aporta en el Ecuador es para financiar el 60% de la pensión que recibe porque el otro 40% es pagado por el Estado.

En una reciente conferencia del Fondo Monetario Internacional (FMI) se analizó que la situación fiscal del país es muy compleja y uno de los temas más graves de resolver es qué va a pasar con este 40% de aporte estatal.

Actualmente, este aporte representa el 3% del PIB, pero irá subiendo al 4%, 6% y hasta el 10% o más.

Con tantas necesidades es insostenible destinar 10% o más del PIB para pensiones. En algún momento, un Gobierno se verá obligado a decir no puedo más y ya no se paga.

P ¿Por qué no se ha podido atraer a los profesionales independientes para que se afilien al IESS y pueda mejorar la sostenibilidad financiera del sistema?

Aquí es fundamental el tema de la confianza. El seguro social necesita hacer una reingeniería para demostrar que puede manejarse de manera técnica y sin que exista la corrupción que se han encontrado, sobre todo en el seguro de salud.

Si la gente no tiene confianza en el sistema, ¿para qué va a aportar? El sistema ecuatoriano es solidario, es un sistema de fondo común, y por lo tanto la gente dice para qué aporto si no voy a ser beneficiario. Ahí surge el tema de un plan de ahorro individual para su propio beneficio.

En la ley de seguridad social, aprobada en 2001, se establece que todos, independientemente de su actividad, deben obligatoriamente estar afiliados al IESS. Eso no se cumple porque el sistema no genera confianza.

P ¿Entonces la única forma de prepararse para los problemas de las seguridades sociales públicas es el ahorro individual?

Sí, nosotros creemos que una persona pueda destinar, por ejemplo, el 5% de su sueldo si gana $500 dólares. Eso es un aporte de $25 dólares mensuales o $4 diarios. Si se lo pone en un fondo de ahorro, que genere entre 5% y 7% de interés, eso se irá acumulando y permitirá que cuando llegue a 60 años, y haya aportado al menos 30 años, se pueda financiar al menos el 40% de su último sueldo de por vida. Entre más se aporte y por más tiempo, el ahorro será mayor.

Este ahorro podría complementar la pensión de la seguridad social, que podría ser más bajas en el futuro.

A partir de los 65 años aumenta gastos médicos y de otro tipo.  En Ecuador ha sido común que muchos jubilados pasen a depender de sus hijos; pero la situación económica del país hace que eso cada vez suceda menos.

Cada persona debe volverse responsable de financiar su jubilación; mientras más temprano inicie será mejor.

P ¿Por qué modelos como el de la mochila austriaca pueden impulsar el ahorro individual y ajustarse a las nuevas modalidades de empleo?

Para los jóvenes existen nuevas formas de empleo. Muchos sueñan con trabajar unos años en el Ecuador y otros años fuera del país y no saben dónde irán a jubilarse. entonces tener esquemas de ahorro individual permiten llevar lo que se vaya a acumulando a cualquier parte donde se vaya.

En Europa se ha aplicado con éxito la denominada mochila austriaca, que en algún momento se podría tomar como ejemplo en el Ecuador para ir acumulando en diversas empresas, entre empleador y empleado, un fondo de ahorro individual

Estos mecanismos son diferentes a los que se han venido utilizando hace 50 años, cuando se estructuró sistemas de pensiones como el ecuatoriano que ahora ya están condenados a fracasar. Demográficamente todo ha cambiado, es decir, las madres ya no tienen cinco o seis hijos; hoy tendrán máximo dos o algunas mujeres ya no quieren tener ninguno.

P ¿Por qué los sistemas complementarios de ahorro no han despegado en Ecuador?

Lo que ocurre es que hay costos muy altos para un empresario en Ecuador se compara con sus vecinos de Colombia y Perú.

Por ejemplo, el tema impositivo es uno de los más altos, pero tienes el 15% de utilidades para los trabajadores, la jubilación patronal y los fondos de reserva. Cuando uno va sumando todo eso resulta que el costo laboral es muy elevado.

Entonces, los empresarios dicen si ya aporto a la seguridad social, tengo además que cubrir la jubilación patronal, el desahucio y el despido intempestivo, para qué pongo más dinero.

Yo creo que es el esfuerzo individual el que va a sacarnos de este problema. Si el empleado es el que efectivamente está consciente de que tiene que financiar su jubilación, el empleador verá que el tema es importante.

La salida podría ser reformar la jubilación patronal para que sea un sistema complementario, a través de una reforma laboral.

 Cuando ya empiezan a funcionar los sistemas complementarios de ahorro, a lo largo de 5,10 y 20 años, la gente dirá qué maravilla haber hecho esto. Entonces el tema es dar el primer paso y luego ver los resultados.

P ¿Qué se le puede recomendar a un joven de 30 años o menos para que empiece a tomar conciencia de la importancia de planificar su jubilación?

Yo creo que los 30 años es un buen momento para iniciar un plan de ahorro para la jubilación; pero, si hay jóvenes que pueden hacerlo desde los 25 años, el ahorro será mayor.

Se puede iniciar con una cuenta de ahorro y aportar de manera constante Hay entidades que pagan 5% de interés y eso ya es un retorno bastante atractivo, pero lo ideal sería lograr una tasa de interés de entre el 6,5% y 7%.

Por la magia del interés compuesto, en 30 años se puede acumular un capital muy importante. Por ejemplo, si se llega a tener $200.000, el 80% será por el interés acumulado y solo el 20% por los aportes.

Lo esencial es no retirar ese dinero y dejar que efectivamente vaya acumulándose. Si eventualmente ocurre que la persona tiene alguna necesidad, una enfermedad, quiere financiar su maestría, quiere comprarse un auto, lo puede hacer, pero siempre y cuando use su fondo de ahorro como colateral, es decir. Como aval para obtener un préstamo.

Yo sé que las necesidades que tienen los jóvenes cuando inician su carrera profesional o cuando crea una familia son totalmente diferentes de las personas que tienen entre 50 a 60 años, pero el hecho es que uno puede destinar una cantidad, por poca que sea, a ahorrar para su vejez a través de un sistema de ahorro individual.

Yo les invito a los lectores de LA HORA a revisar la página web de Actuaria. Ahí tiene unas calculadoras financieras gratuitas donde puede poner sus datos y calcular cuánto debe ahorrar si es, por ejemplo, una persona de 30 años y gana $800 dólares y quiere jubilarse a los 65 o 70 años con una pensión que le permita vivir tranquilamente.

El programa le dice que tiene que ahorrar el 5%, 10% o 20% de su sueldo de esa manera va programando su jubilación.

Si es un joven que tiene previsto viajar por el mundo y trabajar en diversos países, se debe pensar en aplicar un mecanismo como el de la llamada mochila austriaca.

P ¿Qué se le puede recomendar a una persona de 40 años que está pensando en planificar su jubilación?

si se quiere mantener la misma edad de jubilación, por ejemplo, 65 años, el que empieza con 30 tendría 35 años de aporte; pero, el que empieza con 40 años tendría apenas 25 años de aporte.

 Entonces para llegar al mismo al mismo beneficio, el de 40 años tendría que aportar un poco más. En lugar de ser el 10%, tendría que ser el 15% de su sueldo.

Mientras uno es más joven, se destina un porcentaje menor al plan de ahorro.

Nosotros en Actuaria tenemos un sistema que funciona desde hace 20 años. El empleado voluntariamente se inscribe en el plan de retiro y la empresa le aporta un 2% del sueldo a un fondo de ahorro.

Hay personas que ya han acumulado $20.000, $30.000 y hasta $100.0000. Algunos han aplicado para comprarse un vehículo utilizando el fondo de ahorro como colateral.

Obviamente, no sé si todos tengan interés en quedarse trabajando en Actuaria muchos años, pero lo que se busca es que, cuando salgan y vayan a otra empresa, se lleven lo que tienen acumulado para así ir acumulando hasta cuando se jubilen.

Lastimosamente, las empresas no han puesto en marcha los sistemas complementarios de ahorros en Ecuador.

P ¿Qué se le puede recomendar a una persona que ya está a punto de cumplir los requisitos mínimos para jubilarse?

Tenemos el producto de jubilación ideal para aquellas personas que ya están cerca de cumplir la jubilación de la seguridad social. Les podemos asesorar sobre cómo optimizar y sacarle el mayor provecho al sistema. En el momento que una persona ya llega a ser jubilado, la pensión se transforma de una mera expectativa en un derecho.

Alguien, por ejemplo, que ya tiene 60 años de edad y 30 años de aportaciones a la seguridad social, yo le sugeriría que mañana mismo presente la solicitud de jubilación, que no espera para llegar al máximo. Mañana, la seguridad social puede cambiar los requisitos y es preferible ya tener ganado el derecho, que se vuelve una obligación respaldada por el Estado. (JS)

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