Asignaciones a la vicepresidenta Verónica Abad rozan los límites de la violencia política contra la mujer

PRONUNCIAMIENTO. La vicepresidenta Verónica Abad ofrecerá una rueda de prensa este 28 de noviembre de 2023 para detallar su posición. Foto: @veroniabad
PRONUNCIAMIENTO. La vicepresidenta Verónica Abad ofrecerá una rueda de prensa este 28 de noviembre de 2023 para detallar su posición. Foto: @veroniabad

Para diferentes dirigentes femeninas del país, las diferencias registradas dentro del binomio presidencial deben solucionarse mediante un mecanismo de diálogo y no de alejamiento que trate de invisibilizar el rol de la vicepresidenta.

En menos de una semana desde que llegó a Carondelet, el presidente de la República, Daniel Noboa, enfrenta su primera crisis política en el cargo. Tras la asignación de las funciones a la vicepresidenta, Verónica Abad, el mandatario confirmó el evidente alejamiento con su binomio.

Noboa desconoció además su promesa de dar a Abad la responsabilidad de llevar adelante la política del Gobierno para los migrantes.

El 24 de noviembre de 2023, Noboa envió al extranjero a la vicepresidenta, al darle como única función ser la “colaboradora para la paz” entre Israel y Palestina, una misión que sí bien ha recibido el beneplácito de algunas naciones, para distintas dirigentes femeninas, es un paso en la dirección contraria que pregona el mandatario, de unidad y fin del revanchismo.

El artículo 10 de la Ley Orgánica Integral para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, es clara al detallar las causas y acciones por las que una mujer puede ser objeto de violencia política.

“Violencia política: Es aquella violencia cometida por una persona o grupo de personas, directa o indirectamente, en contra de las mujeres que sean candidatas, militantes, electas, designadas o que ejerzan cargos públicos, defensoras de derechos humanos, feministas, lideresas políticas o sociales, o en contra de su familia. Esta violencia se orienta a acortar, suspender, impedir o restringir su accionar o el ejercicio de su cargo, o para inducirla u obligarla a que efectúe en contra de su voluntad una acción o incurra en una omisión, en el cumplimiento de sus funciones, incluida la falta de acceso a bienes públicos u otros recursos para el adecuado cumplimiento de sus funciones”, puntualiza el artículo.

Ante esta realidad, LA HORA consultó con distintas lideresas políticas y de la Sociedad Civil, la excandidata a la Vicepresidencia, Linda Romero; la excandidata a la Alcaldía de Quito, Jessica Jaramillo; y la directora ejecutiva de la Corporación Participación Ciudadana, Ruth Hidalgo, quienes manifestaron sus impresiones sobre la situación que hoy se registra en Ecuador.

‘Debe denunciar’

Para la excandidata a la Alcaldía de Quito, Jessica Jaramillo, quien además sentó un precedente al denunciar ante el Tribunal Contencioso Electoral (TCE) los hechos de violencia política en su contra, siendo este el primer de este tipo condenado por el organismo de justicia, indicó que aunque hay indicios de acciones en contra de la vicepresidenta Abad, solo podrá iniciarse un proceso con la denuncia de la víctima.

Jaramillo indicó que aunque no coincide con la línea de pensamiento y accionar de Abad es claro que la situación ha generado una crisis dentro del Gobierno. “El mensaje para el país entero es que se ha generado una crisis por esta falta de claridad”.

Para Jaramillo, aunque la vicepresidenta ha negado en algunas de sus declaraciones previas al proceso electoral adelantado que no hay violencia de género en la política, puede hacer uso de los mecanismos legales que existen en defensa de los derechos de la mujer.

Desde mi posición como feminista y defensora de derechos humanos, cualquier persona, incluso aquella persona que no es feminista, tiene derecho a accionar las herramientas que hemos conseguido las mujeres”, dijo.

Para la comunicadora será importante conocer cómo asume la vicepresidenta la actual situación. “Hay que conocer efectivamente si ella lo asume o no como un hecho de violencia política. Y más allá de eso, incluso, si es que esto llega al Tribunal Contencioso Electoral”.

‘Un tema de derechos’

La excandidata a la Vicepresidencia y dirigente de la Fundación Mujeres Reales, Linda Romero, la vicepresidenta, Verónica Abad, merece el mismo respeto que el presidente, Daniel Noboa, pues ganaron en la misma fórmula presidencial

Los derechos no pueden ser tergiversados de ninguna manera. Si bien no podemos hablar desde la parte legal, porque no se ha ejecutado la pertinente denuncia. Lo hemos podido ver a través de las redes sociales, es que ella (Abad) siente miedo, son sus palabras, sus expresiones”, argumentó.

Para la lideresa y excandidata, desde el activismo y desde el trabajo para el empoderamiento femenino, no se puede permitir que estas “circunstancias se vean normalizadas. Ella es una mandataria, al igual que Daniel Noboa, con los mismos derechos bajo una elección popular”.

Destacó que una de las funciones del o la vicepresidenta, es suplir al primer mandatario nacional cuando este se encuentre fuera del país o ausente. “Me pregunto, ¿Qué va a pasar con el presidente Noboa, cuando tenga que irse de viaje a hacer las gestiones que tiene que hacer con la comunidad internacional?, ¿Quién lo va a reemplazar sí Verónica Abad está en Tel Aviv?”.

Romero destacó que las diferencias internas del binomio presidencial, que ya se observaban desde la campaña ya han salido a relucir y es necesario que exista un mecanismo de diálogo entre ambas figuras.

Esto no es un tema partidista, es un tema de derechos, de integridad y el Estado también tiene que garantizar Seguridad. Se tiene que respetar la autonomía que ella tiene como segunda mandataria. Aunque creo que ha estado mal. Más allá de que no estemos de acuerdo, no es mostrar rebeldía es buscar el diálogo”, recomendó. (ILS)

Revisar el código electoral

La directora de la Corporación Participación Ciudadana, Ruth Hidalgo, indicó que la organización se encuentra a la espera de las declaraciones que brindará la vicepresidenta de la República, Verónica Abad, este 28 de noviembre de 2023.

Hidalgo indicó que, aunque el presidente se encuentra dentro de la ley al momento de designar las funciones de la vicepresidenta Abad, “lo que molesta son las formas”.

Indicó que esta situación es consecuencia del Código de la Democracia y las fórmulas para escoger al binomio presidencial que a su juicio es “demasiado vago. El Binomio debería pensar y estar de acuerdo en el mismo plan de trabajo”.

Acotó que el Código de la Democracia ha permitido históricamente que los binomios presidenciales sean conformados con personas que no tienen visiones alineadas, “que no permite que se pongan de acuerdo”.