Bazares y papelerías del Centro Histórico están listas para la venta. Hay precios que han bajado en comparación con 2016.
El año escolar se acerca y las papelerías en el Centro Histórico están listas para atender a los padres de familia y sus hijos que llegan para comprar todo lo necesario para las clases. La estrategia de estos negocios es la atención personalizada y los precios bajos.
Vinicio Verdesoto, propietario de una papelería con más de 30 años de existencia en la calle Benalcázar, cuenta que normalmente los clientes esperan hasta la última semana de agosto para comprar los útiles escolares. “Los últimos días de mes y los primeros de septiembre nos vemos inundados de gente. En promedio, más de 150 personas por día”, añadió Verdesoto.
Con esto concuerda Luisa Mora, propietaria de otra papelería en la misma calle Benalcázar. Además añade que para muchos quiteños adquirir los útiles escolares en el centro es toda una tradición. “Hay personas que vinieron de niños y ahora regresan con sus hijos”, comentó.
Ahorro
Las razones fundamentales, según Verdesoto, son los precios económicos y la atención amable y familiar, como la de antaño. “Este año los precios de por lo menos el 80% de la mercadería ha bajado hasta en un 20%. Además hemos aumentado el servicio al cliente con el despacho de lista de útiles a domicilio”, expresó.
EL DATO
Una lista de útiles puede costar entre los 20 a los 70 dólares, pero si se añaden los libros, el presupuesto puede pasar de los 200 dólares.Cooper Sosa, dueño de una papelería y librería en la calle Guayaquil, dice que por el momento tiene un promedio de 15 clientes diariamente, pero que espera que en los días inmediatamente anteriores al inicio de clases la gente se vuelque a comprar. “Todavía no pasamos la época de crisis, pero cuando se trata de los hijos, los padres no escatiman gastos”, contó.
Además hizo un llamado para que las personas hagan sus compras a tiempo, y así se eviten aglomeraciones y apuros. “Este año la lista de útiles está más asequible a cualquier bolsillo”, concluyó Sosa. La expectativa es que, con relación al año pasado, las ventas aumenten un 30%.
Clara Morales, madre de dos niños en edad escolar, explica que por el momento solo se ha acercado a las papelerías para preguntar precios. “Normalmente compramos todo la última semana. Siempre venimos al centro porque los precios son más convenientes y la atención es mejor”, puntualizó. (JS)