El convento de San Agustín recupera su patrimonio bibliográfico

Joya. La restauración del libro del famoso cartógrafo Abraham Ortelius, una enciclopedia del siglo XVII,  forma parte del trabajo de restauración.
Joya. La restauración del libro del famoso cartógrafo Abraham Ortelius, una enciclopedia del siglo XVII, forma parte del trabajo de restauración.

Conservartecuador está liderando este proyecto que interviene 300 libros.

En una pequeña estancia del primer piso del convento de San Agustín un grupo de hombres vestidos de blanco limpian con esmero un libro carcomido por el tiempo. En sus vetustas hojas descansan siglos de conocimiento e historia –tanto de Ecuador como de América y Europa.

Sus tapas son de pergamino, hechas con piel. Aparecen algunas anotaciones hechas a tinta, algunos comentarios en el pie de página. Se trata de un atlas del siglo XVII del famoso cartógrafo flamenco Abraham Ortelius, una verdadera joya. A través de sus hojas se desprende una gran información sobre la época en la que fue impreso.

Un largo poema en latín da la bienvenida, glosando las bondades de los mundos existentes. Habla de los cinco continentes: Europa, África, América, Asia y Magallania. Este extravagante nombre hace mención a las tierras más allá de Asia, antaño desconocidas, ya que todavía no se había descubierto Oceanía.

Experto. José María Sanz descifra textos en latín y también destaca el valor histórico y teológico de los documentos que estudia.
Experto. José María Sanz descifra textos en latín y también destaca el valor histórico y teológico de los documentos que estudia.

Programa

La restauración de Ortelius es parte del trabajo del programa ‘Conservación y restauración de la colección emblemática de 300 libros pertenecientes a la biblioteca del convento de San Agustín’, financiado por la Fundación Príncipe Claus de Holanda, que entregó 20.000 euros (unos 22.000 dólares) para dicha empresa.

4
meses de duración tiene el proyecto.El trabajo está dirigido por Ramiro Endara, director de la fundación Conservartecuador y por un equipo que se divide en dos partes. El primero se dedica a la parte técnica del libro. “Seleccionamos los libros se trasladan en contendores, se les hace una ficha de registro, se le asigna código y se describe el nombre y la fecha, luego se fotodocumenta y finalmente se pasa a extraer el polvo”, comenta la conservadora del proyecto Graziela Mascareño. La otra parte se dirige a la parte ‘espiritual’, descifrar el origen del libro, por qué manos pasó, cuál es su valor o su trascendencia.

En este equipo está José María Sanz, un español especialista en lenguas clásicas y teología. Él se encarga de descifrar lo que para la mayor parte de la humanidad es una sucesión de criptogramas sin ningún sentido. Sostiene, entre sus manos protegidas por guantes, esta obra de arte escrita en latín que lee sin dificultad, lo mismo con el hebreo. Con tan solo una mirada sabe si el texto está escrito antes o después del tiempo de la Biblia, de la época, del tipo de material. “Este Ortelius no es primera edición, que fue en 1.570, sino de 1574. Está dedicado a Carlos V, quien murió en 1548. Ortelius significa sol recto, nuevo sol, refiriéndose al rey de los cartógrafos”, comenta ensimismado en su reflexión.

Momentos. Libros y escritos que tienen siglos de historia descansan en el convento de San Agustín.
Momentos. Libros y escritos que tienen siglos de historia descansan en el convento de San Agustín.

Un tesoro de 18.000 libros

El trabajo actual incluye el rescate de 300 obras, que fueron seleccionadas debido a su relevancia y estado en el que se encontraban, pero la biblioteca del convento de San Agustín posee un total de 18.000 libros, muchos de ellos de un valor incalculable, que si no reciben un cuidado y tratamiento se podrían perder con toda la información de albergan. La mayoría de ellos llegaban por mar, en grandes aventuras náuticas. Es un milagro que todavía existan. La mayoría de ellos están en latín, algunos en español e incluso en francés. Predominan las cuestiones teológicas, pero también hay tratados científicos y obras de grandes autores grecolatinos y griegos.

EL DATO
El proyecto está en búsqueda de financiación, para más información 09 957 18 860.De nuevo José María llama la atención del resto. Ha encontrado un nuevo hallazgo. En otra obra de teología descubre en la contraportada unos papeles de relleno escritos en hebreo. Comienza a leerlos con solemnidad. “Los utilizaban para darle más volumen a las tapas, eran papeles inservibles que nos dan una información muy valiosa. Esto es un hebraico postbíblico. Es un fragmento del Tanaj, uno de los libros que conforman la Torah”. Una información que le lleva a otro siglo, a otros continentes y a otros de los personajes que escribieron la historia. Una nueva pista que llevaba cerca de 500 años esperando a ser descubierta. (MAP)

Ambicioso proyecto

El objetivo de este proyecto consiste en preservar, catalogar y digitalizar la totalidad de este importantísimo fondo bibliográfico, como memoria histórica de Ecuador y de toda la humanidad. Un corpus que incluye volúmenes de los siglos XVI, XVII y XVIII, verdaderas joyas de un valor reamente incalculable.