El reto es mejorar el servicio al ciudadano, mayor rentabilidad al prestador del servicio y mejoras las condiciones de trabajo.
Mientras corre el plazo de 30 días para que las operadoras privadas mejoren la calidad del servicio, hay quienes proponen municipalizar todo el transporte público en la ciudad.
Estos planteamientos se dan en momentos en que persisten denuncias de los usuarios sobre mala atención, irrespeto a paradas, exceso de velocidad y mal estado de las unidades de transporte privado.
Según Cristóbal Buendía del Observatorio de Seguridad Ciudadana, existe la posibilidad de que el Municipio se haga cargo de la ‘prestación total del servicio’ y de esta forma podría autorizar a una empresa a explotar una ruta o concesionarla.
En Quito, el 50% de la demanda de pasajeros ya es atendida por el Municipio, pero también existe un déficit de alrededor del 50% de la oferta de servicio en la ciudad. “Quito requiere de una capacidad de viajes de 2’600.000 diarios para el 70% de la población que se moviliza en transporte público. La oferta es de apenas 1’700.000 viajes diarios”, acota.
Contexto
El modelo que actualmente funciona en la ciudad está conformado por la Ecovía, el Trolebús, el corredor Central Norte, el Corredor Sur Occidental y el subsistema de transporte convencional integrado por 57 operadoras.
El servicio que ofrecen las unidades de estos subsistemas es cuestionado por los ususarios. Esto pasa inclusive con el servicio municipal, que recibe un subsidio de 40 millones de dólares y que transporta a un promedio de seis personas por metro cuadrado en buses articulados y biarticulados.
57
operadoras esperan que el Concejo trate la ordenanza que revisa la tarifa de transporte urbano.Para el concejal Sergio Garnica, miembro de la Comisión de Movilidad, pensar en un nuevo modelo de forma inmediata no es posible. Esto, por los problemas que se vienen arrastrando desde hace varias décadas y que están relacionados con la prestación del servicio y con la falta de recursos. “Todavía no estamos en condiciones de avanzar, hay que cambiar la mentalidad de cada dueño de una unidad, quien debe considerarse pequeño empresario”, dice.
Para Garnica, el momento en que la prestación del servicio sea entendida como un tema empresarial será mucho más fácil mirar hacia otro modelo. En el caso de la municipalización, sostiene que funcionaría siempre y cuando se garantice óptimas condiciones en cuanto a la calidad del servicio y que el reparto de las utilidades sea revertido de manera proporcional.
Un tema de economía
Para la activista urbana Pamela Mendieta, el problema para avanzar hacia una municipalización del transporte es netamente económico. Sostiene que el Municipio no tiene los recursos para hacer a este servicio amigable con la ciudadanía.
Ella dice que hay 15% de pobladores que no se moviliza en bus porque no tiene cómo pagar ese servicio y por eso se pregunta ¿qué va a pasar cuando el pasaje suba a 30 centavos o cuando opere el Metro y el pasaje cueste 50 centavos?
“Tenemos que trabajar hacia un sistema público de transporte, una municipalización demanda de una inversión que no tenemos, por eso considero que lo más factible es establecer alianzas público privadas”, reflexiona. (PSD)