Gracias a la plataforma municipal ‘Acolita’, acceden a ayuda y acompañamiento profesional.

Cifra. Más de 400.000 estudiantes han sufrido acoso escolar en Quito.
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En solo un mes, los tres canales de comunicación de la plataforma municipal ‘Acolita’, han receptado 100 reportes de acoso escolar. Los casos más frecuentes se dan dentro de las aulas.

También hay casos de chicos con depresión que han utilizado este servicio para hablar de sus problemas familiares. Incluso víctimas de acoso sexual que también han encontrado apoyo en esta plataforma, que brinda acompañamiento y apoyo a menores.

La presidenta del Patronato San José, María Fernanda Pacheco, aclara que los especialistas que están detrás de los canales de comunicación están abiertos, dispuestos y preparados para escuchar y ayudar a cualquier persona, de cualquier edad que llame por información o auxilio.

Por ejemplo, se han dado casos de mujeres u hombres adultos que llaman para pedir información de los servicios del Patronato Municipal San José y del Municipio en general. Asimismo, hay ocasiones en que los padres que contactan la plataforma no determinan, en primera instancia, que el comportamiento de sus hijos sea una consecuencia de acoso escolar.

EL DATO
La difusión y promoción de la campaña en redes sociales y la creación de personajes promocionales tuvo una inversión única aproximadamente de 20.000 dólares.“Tuvimos el caso de una madre que llamó para pedir consejos de cómo actuar debido a que su hijo de 9 años no quería ir a la escuela y presentaba signos de depresión y baja autoestima. Luego de hablar con los especialistas, la mujer se dio cuenta que su hijo podría ser víctima acoso”, explica Pacheco.

A pesar de que los tres canales de comunicación tienen efectividad hasta el momento. Más del 60% de las denuncias se han hecho a través de WhatsApp y más del 30% por el chat en vivo de la página web del Patronato (www.patronato.quito.gob.ec).

Pacheco destaca que todos los casos reciben seguimiento periódico por parte de expertos. Los más graves son remitidos a las consultas de sicología de las universidades San Francisco y Católica.

Antecedentes

La plataforma está activa desde el 3 de septiembre y se implementó luego de un estudio que se realizó en febrero de este año en más de 30 colegios privados y municipales. El total de la muestra analizada fue de más de 20.000 estudiantes. La realidad que se encontró fue que el 83% de los menores consultados había sufrido acoso físico, el 62% se había sentido acosado por su apariencia, el 57% no había sentido respaldo por parte del departamento de sicología de sus colegios y más del 25% no sabía a dónde acudir cuando era víctima de este problema.

Autoestima y confianza

Belén Cisneros, sicóloga clínica, comenta que uno de los puntos más importantes para minimizar la concurrencia de acoso en las aulas es trabajar en la autoestima y confianza de niños y jóvenes.

“En una sociedad cada vez más tecnológica se olvida fácilmente que los chicos necesitan sólidas bases de apertura y confianza, tanto con los padres como con los profesores. Si siente que sus puntos de vista y preocupaciones son respetados y valorados, en el momento que ocurra una situación de acoso, tanto niños como jóvenes se sentirán cómodos al hablar de lo que pasa”, añade.

Concienciación y trabajo cercano

Desde hace dos semanas, equipos técnicos de la Unidad Patronato San José han visitado colegios privados y municipales para capacitar sobre la iniciativa e invitar a los jóvenes a usar la plataforma. Pacheco aclara que estos acercamientos se hacen de manera regular a través del proyecto Jóvenes, que brinda charlas de sensibilización en distintos temas o problemáticas juveniles.

TOME NOTA
Los canales de comunicación son la Línea 1800 ACOLITA, WhatsApp 0996783483, y el chat en vivo en www.patronato.quito.gob.ec.Pablo (nombre protegido), estudiante de primero de bachillerato, cuenta que durante mucho tiempo sufrió de burlas por un defecto físico de nacimiento. Cojea al caminar. “No sabía cómo manejarlo. Llegué a sentirme menos y merecedor de los chistes y malos tratos. Mis padres me decían que debía ser más fuerte y no quejarme. El poder acceder a ayuda profesional me ha ayudado a entender que nadie se merece ser objeto de acoso”, asevera

Lucía (nombre protegido), estudiante de noveno de básica, confiesa que algunas de sus compañeras se burlaban de ella porque siempre ha sido muy callada. “Me decían muerta y eso me llevaba a retraerme más. Solo puedo decir que lo peor que uno puede hacer en una situación de acoso es tragarse los problemas y no pedir ayuda”, añade.

Para Pacheco, lo primordial para minimizar el acoso escolar es dar mucha apertura para escuchar al niño o joven sin juzgar, sin prejuicios y brindando la confianza necesaria para entender su situación.

Además, es importante que todo el entorno del niño o joven esté involucrado, es decir, profesores, padres, otros jóvenes o niños y ciudadanía en general.

Cisneros también apunta que el apoyo de las instituciones educativas es fundamental mediante el soporte sicológico a la víctima y también mediante el soporte a la persona acosadora, que sin duda, refleja con sus acciones violentas los problemas personales que le convierten en acosador.