La ruta del encebollado para superar el chuchaqui

DELICIA. El encebollado, desde fines de los años 90’, se ha convertido en el plato típico más consumido en Quito.
DELICIA. El encebollado, desde fines de los años 90’, se ha convertido en el plato típico más consumido en Quito.

Se trata, según muchos quiteños, de uno de los grandes ‘remedios’ contra el malestar físico tras una noche de farra.

Se vienen las fiestas de Quito y el licor suele ser un acompañante. Por lo tanto, una de las consecuencias de su ingesta es el malestar que da al siguiente día, lo que comúnmente conocemos como el chuchaqui. Pero como siempre se encuentra maneras de contrarrestarlo (además de un adecuado descanso y beber mucha agua).

Para paliarlo hay muchos remedios caseros, consejos, teorías y demás estrategias para huir de este mal que acecha a gran parte de la población mundial. Sin embargo, al menos en Ecuador, nada mejor que un buen encebollado. Visitamos algunos de los sitios donde los venden en Quito. (MAP)

Uno muy popular en La Mariscal
° A pesar de que Las Conchas de La Mariscal (Reina Victoria y Pinto) abrió sus puertas hace nueve meses, a día de hoy ya es todo un referente en cuanto a encebollados se refiere. La calidad de sus productos es insuperable, la albacora se deshace en la boca y el caldo es de una gran consistencia. Además las porciones son abundantes y el local está nuevo y muy bien cuidado y el servicio es muy amable y eficiente.

Un lugar de peregrinación
° Desde primeras horas de la mañana, La Resaca de Manta (Reina Victoria y Veintimilla) recoge a parroquianos que acuden a por su ‘dosis’ de encebollado, luego de una larga e intensa noche regada de alcohol. “A veces llegan hasta borrachitos, piden una cerveza con el encebollado”, comenta entre risas una de las camareras. Lo cierto es que es un gran encebollado, a destacar la yuca, muy tierna, y la albacora, en grandes porciones y muy sabrosa.

Un clásico en la lucha contra el chuchaqui
° La cevichería El Ostión es un clásico de La Floresta. Está justo en la concurrida plaza de La Vicentina y hasta allí acuden los fines de semana cientos de personas en busca de sus ceviches, famosos por sus generosas porciones y su caldo ‘levantamuertos’. “Los sábados y los domingos abrimos a las 06:00 y desde esa hora ya tenemos muchos clientes, muchos de ellos vienen directo de la farra y se toman el encebollado antes de ir a dormir, otros ya llegan a mediodía”, explica Walter Zambrano, el propietario.

Peregrinación a la plaza Artigas
° El Señor Encebollado es otra apuesta segura. Está justo en la plaza Artigas, a tiro de piedra de La Mariscal. Hasta aquí llegan todos los fines de semana decenas de comensales en búsqueda de su exquisito encebollado. “A las 07:00 ya están tocando en la puerta para que les dejemos pasar. Tenemos una clientela muy fiel que valora la calidad de nuestro producto”, comenta Edgar Terán. Su encebollado es del tipo costeño, que es el tradicional con la yuca cortada en cuadrados y hervida con todo el caldo. Un remedio para el chuchaqui y para deleitar el paladar.