Los contratiempos a pasajeros y aerolíneas por las demoras, desvíos y cancelaciones por la presencia de neblina ya no serán un problema.
Desde 2013 se han venido implementando ayudas para la navegación aérea con el objetivo de aumentar la disponibilidad operativa del aeropuerto cuando existe presencia de niebla o condiciones meteorológicas adversas.
En este sentido, se instalaron equipos y tecnologías como el Sistema Instrumental de Aterrizaje (ILS), o de Alcance visual de pista (RVR), además de un esquema de iluminación más moderna para el centro de pista.
Luis Carrera, director de la Dirección de Aviación Civil, explicó que esto permite subir la categoría del aeropuerto de I a II, lo que facilitará que más aerolíneas, con más frecuencias y aeronaves de gran calado puedan aterrizar sin problemas.
Los problemas de visibilidad son más evidentes de enero a abril cuando las condiciones climáticas presentan problemas. En febrero de 2013, el aeropuerto contaba con un rango de visibilidad no menor a 2,5 km, pero con la implementación de varios sistemas de ayuda, este rango se redujo a 350 metros. (JS)