Más de 47 naciones valoran las características y la calidad de la flor que se produce en el país.
“Las rosas ecuatorianas son conocidas y apetecidas a escala mundial por su altísima calidad, colores vivos, botones grandes, follaje limpio y tallos de gran longitud”. Así define Santiago Luzuriaga, gerente de Bellarosa, el producto que por más de 20 años ha vendido esta empresa familiar, ubicada en Tabacundo.
A pesar de las crisis, tanto nacional como internacional, el sector florícola se manteniene como el tercer rubro de exportación del país. “El secreto es el enfoque en la calidad y en la productividad. Debemos estar siempre innovando y mejorando el servicio al cliente”, explica Luzuriaga.
Este afán por la innovación se presenta, entre otras cosas, en detalles como que cada año, en promedio, los negocios de exportación florícola renuevan aproximadamente el 10% de las variedades de rosas que ofrecen a sus clientes.
Además de las variedades frescas, con tallos que pueden ir desde los pocos centímetros hasta 1,6 metros, otros productos están ganando mercado en regiones como Europa, EE.UU. o Asia, donde se valora, en grado sumo, el valor agregado.
Las flores tinturadas de diversos colores, por ejemplo, son muy demandadas en el mercado asiático, sobre todo en China. Las llamadas flores preservadas, que luego de pasar por un proceso químico pueden durar, sin marchitarse, hasta dos o tres años, son muy pedidas en EE.UU. y en Europa.
“Las rosas rojas han sido desde siempre el producto más vendido de la mayoría de las florícolas del país. Por eso, este tipo de rosas se han convertido en una especie de sello distintivo de la calidad ecuatoriana”, comenta Luzuriaga.
Un regalo para el mundo
El mercado más grande actualmente es el europeo, empujado por la pujanza de los países de la llamada Europa del Este; luego sigue el Norteamericano (EE.UU. y Cánadá), y en tercer lugar Rusia. Esto ha ido cambiado a lo largo de las últimas décadas.
A finales de 1980 e inicios 1990, el mercado ruso era el más importante. Ahora, cómo parte de una estrategia de diversificación, las rosas ecuatorianas han entrado con fuerza en otros destinos como Europa del Este, Medio Oriente, Australia, China, diversos países de Sudamérica y Centroamérica.
EL DATO
Una rosa ecuatoriana puede tener una vida promedio de cuatro semanas, tiempo muy superior al de rosas de otras procedencias.Luego de un par de años no tan buenos, las exportaciones de rosas ecuatorianas subieron un 16% en 2017. Esto, gracias al impulso de las festividades de San Valentín. Así, según la Dirección General de Corporación Quiport, solo durante esa temporada se exportaron 13.766 toneladas métricas de flores desde el Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre de Quito.
“Las ventas se realizan durante todo el año, pero además de San Valentín, el Día de la Mujer y el Día de la Madre son otras ocasiones donde aumenta significativamente la demanda de rosas ecuatorianas a escala mundial”, refiere Luzuriaga.
Pero también hay festividades específicas de cada mercado. Por ejemplo, en Rusia, el primero de septiembre de cada año, en el llamado Día del Conocimiento, donde los alumnos entregan rosas a sus profesores. En China, a mediados o finales de agosto se celebra una especie de San Valentín llamado Quixi.
Según el Instituto de Promoción de Exportaciones e Inversiones, en 2017 solo la exportación de flores frescas representó un ingreso para el país de 545 millones de dólares. En 2016, el ingreso fue de 517 millones de dólares. De esos valores, más del 70% se generan en la industria florícola afincada en el Distrito Metropolitano de Quito.
Proyección de futuro
“Como sector queremos seguir siendo referente y llevando al mundo las rosas ecuatorianas de calidad”, dice Luzuriaga. Para esto, las estrategias seguirán siendo las mismas: la innovación permanente, la diversificación y las mejoras en el servicio al cliente.
60.000
empleos directos genera la industria florícola en Quito y sus sectores aledaños.En este último punto, una de las metas principales que comparte la mayoría de florícolas es llegar a la venta y distribución directa a los clientes. A la fecha, en la mayoría de los casos, los exportadores ecuatorianos dejan las flores en el aeropuerto de Quito, y los clientes se encargan de llevarlo a su destino final. (JS)
Manejo de recursos humanos
° Otro punto que se está mejorando en el sector es el manejo de personal. Muchas florícolas están impulsando nuevas políticas de salud ocupacional, que involucran pausas activas y seguimiento continuo. Esto con el fin de prevenir dolencias como tendinitis, lumbalgias, dolores crónicos del manguito rotador, provocadas por las labores repetitivas dentro una finca.