Mario Viteri, de 54 años, es amante del ciclismo y recorre algunas rutas de la ciudad durante los fines de semana. La prolongación de la Simón Bolívar, entre Carapungo y La Mitad del Mundo, es una de ellas. El deportista asegura que durante el día es un viaje fascinante, pero por las noches se torna peligroso por la falta de iluminación.
Al igual que él, hay otros ciclistas de Carapungo, Calderón y Carcelén que recorren la avenida de seis carriles que todavía está en proceso de construcción y que cuenta con una ciclovía completamente señalizada.
Aunque el alcalde Mauricio Rodas anunció que para la tercera semana de febrero se habilitará a la circulación vehicular, ellos ya se consideran usuarios de la prolongación de la Simón Bolívar, la cual tiene una extensión de 13 kilómetros.
La obra
La vía, que se convertirá en un nuevo ingreso a la ciudad, contará con seis carriles, una ciclovía, redondeles ornamentales, parterres arborizados y soterramiento de cables. El proyecto beneficia a 22 sectores, pertenecientes a cinco parroquias.
EL DATO
Los tiempos de desplazamiento se reducirán de 45 a 12 minutos y se beneficiará a 380 mil habitantes. Al recorrer la prolongación de la avenida se tiene que pasar por el redondel de Carretas, que conecta con los barrios bajos de Carcelén; de San José de Morán, que facilita la unión entre Calderón y Carcelén; y el de Tajamar, que está en proceso de construcción y que posibilitará la entrada a Calderón.
A estos se suman el de La Marqueza, que ayuda a la conexión con Pomasqui y el de LDU que facilita la movilidad a los moradores de La Pampa y de San Antonio, donde se conectan la Av. Manuel Córdova Galarza con Maresa. (PSD)