Con las palabras “polvo eres y en polvo te convertirás”, los sacerdotes del país darán inicio a la cuaresma, que es el recuerdo de los cuarenta días y cuarenta noches que Jesús pasó en el desierto orando por el mundo.
El significado de este día, según Geovanny Paz, obispo de la Diócesis de Latacunga, es recordar que como humanos venimos de la mano de Dios y que vamos a volver al inicio de todo.
En el ritual se aplica ceniza en forma de cruz en la frente, acompañado de las palabras “Polvo eres y al polvo volverás” que vienen del Génesis (3,19), para recordar a los fieles su mortalidad.
“También es una forma de reconocer que nos hemos alejado de la presencia divina, y al imponer la ceniza en la frente, es una forma de reconocer con humildad nuestras faltas”, dijo Paz.
En este día, la Iglesia se prepara para recibir a los fieles quienes acuden por la ceniza en señal de arrepentimiento y porque están decididos a cambiar de vida, esto previo al periodo más importante para la Iglesia católica, la Semana Santa.
Este ritual se realiza desde el siglo XI. Al principio las cenizas se imponían solo a los penitentes públicos como signo de marginación. Pero se acabó convirtiendo en una práctica para los creyentes.
Rito
El recibir la ceniza no es algo obligatorio, sin embargo muchas personas visitan los templos este día.
Estas cenizas se obtienen con la incineración de los ramos bendecidos en el Domingo de Ramos del año litúrgico anterior y son repartidas a las iglesias de las parroquias.
A su vez, el Obispo recordó a los fieles que tanto el Miércoles de Ceniza como el Viernes Santo son los días de ayuno. Según la doctrina religiosa, solo se puede hacer una comida al día y tampoco se puede comer carne, es decir, se practica también la abstinencia.
Los fieles pueden escuchar misa y colocarse la ceniza en las iglesias de sus barrios. Los templos del Casco Colonial también participan de este acto de fe que da inicio a la cuaresma. (NA)