Baches y fisuras se evidencian en 5 kilómetros de la vía, en sentido oriente-occidente.
Los baches que dificultan la movilidad en cientos de calles de la ciudad también están presentes en la avenida más jóven del Distrito, la ruta VIVA, que fue inaugurada en 2014. En los 12,9 kilómetros que tiene esta arteria vial, que conecta a Quito con el aeropuerto internacional en Tababela, se han formado un promedio de 30 baches entre pequeños y grandes.
Lo paradójico es que el costo de esta avenida, 280 millones de dólares, recién empieza a ser pagado a través de la contribución por mejoras que se cobra en el impuesto predial.
El mayor desgaste está en los carriles de circulación oriente-occidente. Hay huecos con diámetros de hasta 50 centímetros desde el kilómetro 1 hasta el 6, según pudo constatar ayer un equipo de La Hora.
280
millones se invirteron en la vía y deberían pagarse en 10 años.En un recorrido por esta avenida también se identificaron fisuras y ‘parches’ que se han colocado en algunos de los tramos, donde la circulación se torna peligrosa, sobre todo cuando llueve, según confirmó Luis Maldonado, conductor.
Ingresando por la Av. Simón Bolívar, por la parte occidental, se constata la intervención que ha hecho la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop), en sitios donde se han producido fisuras en el asfalto. En algunos puntos se ha colocado brea y en otros se han tapado los baches.
En los carriles de circulación occidente-oriente, la arteria no presenta mayores problemas. Solo en el kilómetro 9 se pudo observar la presencia de pequeños huecos, sin embargo, en general, los tres carriles de la vía están expeditos.
EL DATO
Para el mantenimiento de la ruta VIVA se analiza la posibilidad de instalar un peaje.Al circular en sentido occidente-oriente la situación cambia porque desde el kilómetro 6 empiezan a aparecer los huecos que se han formado, a la altura del redondel para el desvío a los poblados de Tumbaco y Cumbayá está uno de ellos.
Continuando con el recorrido, un kilómetro más hacia el occidente hay seis baches en seguidilla, los conductores se ven obligados a reducir la velocidad, para evitar caer en los baches que se hacen más grandes con las lluvias.
Se consultó a la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas si tiene previsto algún tipo de intervención en esa vía pero no hubo respuesta. (PSD)
