Los tesoros de 10 iglesias rurales en ‘cuidado intensivo’

Restauración. Las piezas patrimoniales son distribuidas en los talleres establecidos en cuatro parroquias rurales del Distrito.
Restauración. Las piezas patrimoniales son distribuidas en los talleres establecidos en cuatro parroquias rurales del Distrito.

Los bienes de templos religiosos de Pomasqui, Puéllaro, Nono, Tumbaco, Yaruquí, Cumbayá, Conocoto, La Merced, Píntag y Amaguaña son parte de un proyecto de preservación patrimonial. En dichos sitios se restauran pinturas de murales y de caballete, esculturas, retablos, puertas, púlpitos, mobiliario, vestimentas litúrgicas, entre otros objetos de incalculable valor cultural e histórico.

Las intervenciones se iniciaron en octubre de 2017 y hasta el momento han permitido recuperar, restaurar y valorar más 90 obras de arte, entre esculturas, pinturas, retablos y valiosas piezas textiles hechas entre 1800 y 1900.

Con un avance de aproximadamente 80%, según voceros del Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP), faltan por conservarse y restaurar al menos 35 obras de gran factura y piezas de orfebrería, sobre todo de la iglesia de la parroquia Puéllaro.

Un equipo de 22 restauradores y ocho carpinteros ha trabajado en los talleres instalados en Conocoto, Pomasqui, Tumbaco y Píntag. En el taller que funciona en la casa parroquial de Pomasqui, por ejemplo, se recuperan obras de la parroquia y también de iglesias de Nono y Puéllaro.

En este taller laboran siete restauradores y dos carpinteros. La escultura del Señor del Árbol está entre los bienes más importantes recuperados en esta locación.

Según voceros del IMP, en la mayoría de intervenciones se prioriza la conservación, solo en los casos que sean necesarios se llega a niveles de restauración. Es decir, los trabajos se basan en una mínima intervención, el máximo respeto al original y la utilización de materiales reversibles y estables. (JS)