108 adultos mayores se curan las heridas abandono en Hogar de Vida

Hogar. María Zoila cumplirá 104 años en junio próximo, ella permanece en el centro desde hace seis años.
Hogar. María Zoila cumplirá 104 años en junio próximo, ella permanece en el centro desde hace seis años.

El centro del Patronato funciona en Conocoto y brinda una atención integral.

‘Ma Zoilita’ tiene 103 años y el próximo 2 de junio será su cumpleaños. Ha perdido la vista y un poco la audición, pero no su sonrisa ni la serenidad con las que se ha ganado el corazón de todos en el Hogar de Vida de la Unidad Patronato San José.

Ella llegó a la casa hogar junto con su hijo Norberto, quien entonces tenía 80 años. Él era una persona discapacitada y no podía cuidarse y tampoco a ella, por eso acudieron al centro de ayuda para adultos mayores ubicado en Conocoto, al suroriente del Distrito.

El equipo de trabajo social del programa cuenta que ‘Ma Zoilita’ y Norberto fueron reportados por sus vecinos en la comunidad de Lloa, quienes se preocuparon por su bienestar al ver las condiciones en las que vivían.

Las brigadas del Patronato San José acudieron al lugar y comprobaron que su condición era de mendicidad e indigencia y que no tenían ningún otro familiar que se hiciera cargo. De inmediato los llevaron al Hogar de Vida.

A pesar de la ceguera y la pérdida de audición que la aquejan, ‘Ma Zoilita’ permanece lúcida, su condición mental es perfecta. Es de sonrisa fácil y camina por los pasillos de forma pausada, pero segura. Su hijo Norberto falleció hace dos años, tenía un tumor en algún lugar de su cuerpo, pero su condición física le impedía realizarse algún tipo de exámenes.

‘Ma Zoilita’ fue apadrinada por Rosario Zurita, una moradora de Conocoto, quien siempre acude al Hogar para brindarle su compañía. Ella recuerda que para el cumpleaños 102 le obsequió el vestido que había usado en su segundo matrimonio. “Zoila es un ejemplo de vida, es tan lúcida; yo vengo a verle aunque sea una vez por semana”, revela Rosario.

Un verdadero refugio
En el Hogar de Vida habitan 108 adultos mayores. María Fernanda Pacheco, presidenta del Patronato, comenta que la mayoría no tiene referentes familiares. “Fueron encontrados en similar condición de mendicidad e indigencia y quienes tienen familia esta les abandona dada su condición de deterioro físico e incluso mental”.

EL DATO
El Hogar de Vida se encuentra en una casa patrimonial de Conocoto que tiene un terreno de cerca de 4.000 metros cuadrados.“Son adultos mayores desde los 60 años, en situación de mendicidad”, agrega Pacheco, quien indica que el primer paso, desde el momento en que son ubicados, es conseguir un referente familiar y, a través de su identificación, comenzar a buscar en la zona, en los barrios cercanos y centros de salud alguna referencia.

“Sabemos que ‘Ma Zoilita’ fue casada, pero más allá de eso no encontramos información”, comenta. “Ninguno de los ancianos que permanece en el Hogar tiene referentes familiares, algunos de ellos porque no tienen familia, otros porque sus familiares no estaban en condiciones para cuidarlos; pero la gran mayoría fueron abandonados, los encontramos en la calle”.

El cuidado que se brinda en el Hogar de Vida es de 24 horas y los beneficiarios cuentan con camas, atención médica y sicológica, alimentación y cuidado. Al funcionamiento de este centro se destina un presupuesto de 750.000 dólares al año, siendo los rubros más altos los pagos para la contratación de personal, medicinas y pañales para adultos. Para el financiamiento se busca el apoyo de la empresa privada.

EL DATO
El equipo del Hogar de Vida del Patronato consiguió que 12 adultos mayores que crecieron sin conocer su identidad fueran cedulados. Pacheco cuenta que en una ocasión se encontraron el caso de un anciano que fue encerrado por su propia familia en una habitación de su casa para cobrar el Bono de Desarrollo Humano que otorga el Gobierno. Eso fue hace dos años y lo peor era que apenas le pasaban la comida por una rendija en la puerta para que comiera.

Para llevar a los ancianos al centro, el Patronato se respalda en las instituciones de seguridad metropolitanas. Y aunque muchos de los beneficiarios que permanecen allí tienen capacidades especiales, la Ley no los faculta para mantenerlos ahí de forma obligatoria, su permanencia es voluntaria. (LGP)

Para reportar casos de abandono
° Quien conozca algún caso de un adulto mayor que se encuentre en situación de abandono o viviendo en la indigencia puede referir el caso al número 234 94 32 y el equipo técnico acudirá a realizar la visita de evaluación necesaria.