El Panecillo es el barrio con más cantidad de perros en Quito

Situación. Los animales se movilizan por las calles de El Panecillo. Un estudio que se hizo el año pasado permitió determinar que en esa zona hay 1.400 canes.
Situación. Los animales se movilizan por las calles de El Panecillo. Un estudio que se hizo el año pasado permitió determinar que en esa zona hay 1.400 canes.

Los vecinos reportan que han visto verdaderas jaurias por las calles.

Saborean y huelen a través de los microscópicos pelos que recubren su cuerpo. Los deleites de las moscas son los deshechos animales, las heces fecales y los materiales en descomposición.

Un grupo de estos insectos persigue de cerca a ‘Orejas’, quizá porque encuentra alguno de esos elementos en el perro que se pasea libremente por la calle Bahía de Caráquez, en El Panecillo.

El viejo pastor inglés es uno de los 1.400 perros que han sido censados en el sector. Wendy Narváez lo mira desde su tienda de abarrotes y comenta que lo conoce desde hace varios años. Cuenta que el animal pasa a diario afuera de una casa, donde aparentemente viven sus dueños.

Junto a ‘Orejas’ está ‘Igor’, un can cuyo pelaje es de color caramelo y que se acomoda bajo la sombra del portón.

Peter Ortega, quien ha vivido en el condominio Copeñas, de la calle Villavicencio, desde hace 30 años, mira la escena y comenta que la cantidad de perros en el sector “es incontrolable”.

Él y sus vecinos comparten con cuatro canes las áreas comunales del conjunto. No está de acuerdo con que los mantengan ahí y los alimenten porque lo han atacado varias veces. Su familia tenía una mascota pero hace años murió por comer veneno.

Narváez y Ortega coinciden en que “hay que hacer algo”, pues las calles de su barrio están pobladas por jaurías de perros.

ABANDONO. En las calles del del sector se puede ver a muchos canes deambulando en busca de alimentos.
ABANDONO. En las calles del del sector se puede ver a muchos canes deambulando en busca de alimentos.

Panorama
En noviembre de 2017, un grupo de estudiantes y profesores de la Universidad de las Américas (UDLA) y de la Universidad Central del Ecuador recorrió las calles de El Panecillo y golpearon las puertas de cada casa para registrar el número de perros que había en el sector. Pusieron en cifras la alerta que los había llevado a ese barrio. Se conocía que el crecimiento de la población de animales domésticos estaba creciendo.

Al principio, los vecinos pensaron que el proceso tenía algo que ver con multas y no recibían a los chicos, pero luego que supieron el motivo se mostraron dispuestos a participar. Se hicieron dos tipos de encuestas, la una para saber el número de animales que había en esa zona y la otra con respecto al nivel conocimiento que tenían los moradoes dobre la Ordenanza 048 que se refiere a la tenencia, protección y control de la fauna urbana en la ciudad. Todo se coordinó con el Municipio con el objetivo de que los resultados, que aún se procesan, sirvan para fomentar campañas enfocadas a mejorar la calidad de vida de los animales y del sector.

EL DATO
En todo el Centro Histórico durante 2017 se registraron 163 personas mordidas por perros, según el Ministerio de Salud Pública.Algo que llamó la atención de los expertos fue que solo en El Panecillo hay igual o mayor cantidad de perros que en todo el norte de Quito. Además, notaron que hay un alto nivel de desconocimiento de las personas acerca de las normas y la tenencia responsable de animales de compañía.

Graciela Estrada, médico veterinaria de la UDLA, quien estuvo en el proceso, comenta que muchas de las personas que inicialmente no les abrían la puerta eran las mismas que dejaban salir a sus mascotas.

Para reunir la mayor cantidad de datos tuvieron que recurrir a la información de los vecinos, quienes reportaban cuántos animales habían en determinada casa y confirmaban que los dueños los dejaban sueltos a toda hora. Trataron de implementar dispositivos como placas para la identificación, pero el proceso fue impráctico, porque la mayoría de canes no tenía collar. Ese es otro reto pendiente.

Según la docente, los resultados del estudio sobre la población de perros y gatos en el sector estará listo este año. Aclara que el número será solo de los animales con dueño porque a ellos fue dirigido el censo. Después de eso se hará otro proceso conjunto para proponer estrategias concretas para enfrentar esta problemática.

DINÁMICA. Dos perros esperan cerca de unos borregos.
DINÁMICA. Dos perros esperan cerca de unos borregos.

Dinámica del sector
A lo largo de la calle Melchor Aymerich, la única que llega a la Virgen de El Panecillo, algunos perros van solos y otros en grupos de hasta cuatro. Se acercan sigilosos cuando algún carro frena o alguien camina cerca.

Con una vista panorámica del centro y norte de la ciudad, una mujer cuida a tres ovejas y dos perros pequeños permanecen cerca de ella. Son de su hijo pero ella es quien los alimenta y la siguen a todas partes. Unos días antes, un perro del sector atacó a uno de sus borregos. “Lo revolcó”, dice y pide que le colaboren con algo de dinero para comida.

EL DATO
El censo de perros en el sector se hizo en 120 días.Junto a ella pasan buses con logos de empresas turísticas y cada vez que la vía se acerca más al lugar icónico de la ciudad hay más gente tomándose fotos. A mediodía unos cuatro perros descansan al lado de las casetas en las que se venden artesanías.

Solo en esa calle hay unos 20 perros. En el barrio se han hecho campañas de esterilización y otras actividades, comenta Martha Bustillo. Ella es vocal de la directiva y comenta que el tema de los perros en el sector se ha tratado en muchísimas reuniones. Ella tiene un perro pero lo mantiene en la terraza. Sus hermanas, con quienes pasa en la tienda de abarrotes de su casa, ahuyentan a otros canes cuando se acercan a la basura.

Piensan que será difícil solucionar el problema de los perros. Esto, porque hay muchos vecinos que no han entendido que dejar salir a sus animales causa molestias a otros. Por ahora, solo les preocupa saber qué pasará cuando dos de las hembras preñadas que deambulan por el sector tengan a sus crías. Seguramente, se sumarán a todos los demás. (PCV)

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