Perros guía se forman en Ecuador para dar luz a los que no ven

PROYECTO. Valeria Chung y su esposo Francisco Torres dirigen la ‘Escuela de perros guía ecuatorianos’.
PROYECTO. Valeria Chung y su esposo Francisco Torres dirigen la ‘Escuela de perros guía ecuatorianos’.

La preparación dura de seis a ocho meses. En ese tiempo los perros aprenden a ser los ojos de otros.

Mantienen su postura de trabajo. Son lazarillos y un arnés especial define su comportamiento. Los perros guía saben que cuando lo lleven puesto serán los ojos de una persona. Entonces tendrán que parar en cada esquina, esquivar obstáculos del suelo o de las paredes y alertar de todas las situaciones posibles a quien sostiene su correa y confía totalmente en ellos.

Valeria Chung camina por la vereda con ‘Dakar’, un labrador de 16 meses. Los dos van atentos al camino y cada vez que el guía se detiene antes de cruzar una calle, su entrenadora lo acaricia y le dice “bien ‘Dakar’”. Están en el entrenamiento de 30 días en la ciudad. Ahí Chung le enseñará a movilizarse y a convivir con autos, personas y otros perros.

El animal es entrenado en la ‘Escuela de perros guía ecuatorianos’ que inició su labor en agosto pasado y que ya ha entregado a uno de sus expertos. Chung, quien se especializó en un instituto de Ecuador con el aval del Ministerio de Educación y tiene un asesor técnico de la Escuela de París, define al entrenamiento como un proceso difícil y estricto. “Me estoy jugando la vida de dos seres”, dice.

‘Dakar’ es el segundo perro que está en entrenamiento y, si todo sale bien, en unos meses estará con un usuario. A él lo encontraron abandonado en la calle, al igual que a todos los perros en entrenamiento. Para Chung es toda una búsqueda, porque el perro debe ser el complemento de la persona a la que va a acompañar. Entonces debe fijarse en el peso del animal que debe estar entre 20 y 30 kilos para que pueda sostener a su usuario. Esa es solo una de las características.

Cuando cuenta el proceso, la educadora repite constantemente que “si todo sale bien” al final, de seis u ocho meses, el perro guía acompañará a un no vidente. Depende de muchos factores que pueden fallar en el camino. La primera etapa, después del rescate, es la cuarentena para que una veterinaria evalúe la salud del ejemplar. Después, hay un entrenamiento de 45 días en el que el postulante a guía permanece en la sede de la escuela en Puembo, al nororiente del Distrito, aprendiendo normas de comportamiento. Luego, tiene 15 días libres en los que se analiza su perfil y se determina si puede pasar a la siguiente fase en la que salrá a las calles de la ciudad para formarse definitivamente.

ENTRENAMIENTO. Valeria Chung Y ‘Dakar’ caminan por las calles en su entrenamiento de 30 días por la ciudad.
ENTRENAMIENTO. Valeria Chung Y ‘Dakar’ caminan por las calles en su entrenamiento de 30 días por la ciudad.

Incansables
En su recorrido por la ciudad, es necesario que ‘Dakar’ conozca todas las formas de guiar a su usuario. Junto a Valeria Chung entra despacio a una de las paradas de la Ecovía, lleva su chaleco en el que se lee ‘Escuela de perros guía ecuatorianos’ y la gente los mira mientras se abren paso en el bus.

Esperan una de las unidades en la primera puerta y el guía se acuesta a un lado de la entrenadora. Esa es la postura que debe mantener, pero permanece atento a los cambios. Cuando llega el transporte, los dos entran con dificultad por el espacio que hay entre la parada y el bus.

TOME NOTA
Las oficinas administrativas están ubicadas en la Luis Cordero y José Tamayo.Chung comenta que los retos de la urbanidad quiteña son muchos. Ella enseña a los perros a saltar para entrar a las unidades. En escuelas de otras ciudades esto sería mal visto porque el diseño de las paradas no deja espacios, por eso recalca que los perros deben ser entrenados según su realidad.

“Busca salida”, dice la entrenadora para bajar del bus y ‘Dakar’ la encuentra enseguida. Para él son comandos que deberá aprender durante toda su vida de trabajo, que serán máximo 10 años. En el camino, va creando vínculos con su entrenadora.

Cuando el guía está listo para ser entregado, debe adaptarse a a su usuario durante 15 días. También debe desprenderse de su cuidadora. Para Chung y su familia, la entrega de ‘Max’, su primer guía entrenado, fue difícil pero gratificante. Su prueba no termina pues será evaluado de tres a seis meses.

DINÁMICA. En el interior del transporte público el perro guía permanece acostado en el suelo, pero siempre se mantiene alerta.
DINÁMICA. En el interior del transporte público el perro guía permanece acostado en el suelo, pero siempre se mantiene alerta.

El proyecto
Desde la concepción del proyecto, Chung y su esposo Francisco Torres Larrea siguieron la ideología de la escuela de París. Pensaron que lo más idóneo sería rescatar perros de la calle para darles un oficio y una mejor vida. Destacan que es más fácil recuperar a un perrito de la calle y formarlo, porque desarrolla instintos de supervivencia y además entiende de gratitud.

Para ellos ha sido un largo camino que empezó hace un año, cuando fueron a la convención mundial del Club de Leones en Chicago. Ahí vieron de cerca el trabajo de los perros guía y de asistencia y determinaron que esa era la actividad social que querían instaurar en Ecuador.

EL DATO
Puede contactarse con la Escuela a los teléfonos 290 21 08, 099 870 18 12, en Facebook @perrosguiaecuador, al correo electrónico [email protected] Hace cinco años son parte de la organización y han apoyado en causas sociales como la alimentación a personas sin hogar. Así, investigaron la labor que hacen otras escuelas de perros guía en el mundo y en agosto de 2017 registraron formalmente su escuela como una fundación.

Torres se apasiona cuando cuenta la trayectoria del proyecto pues dice que es una manera directa en la que se puede ayudar a las personas con discapacidad visual. Para él, ha sido descubrir un mundo distinto marcado por la oscuridad, no solo por la condición de las personas que no ven sino por la falta de accesos y apoyo a la inclusión.

Insiste en que la labor de la escuela recién empieza y en que existen muchísimos retos que tienen que afrontar. Uno de ellos es el económico pues el cuidado de los perros es muy costoso y hasta ahora lo ha afrontado su familia. Otro, en el que aún trabajan, es en la comprensión de la gente hacia lo que representa un perro guía, que cuando está en la calle está trabajando y no se lo puede tocar ni alimentar.

Sus metas para este año es entregar a tres perros más y el siguiente seis. Sueñan con que un día puedan crear un sistema como el de otros países que entregan más de 100 perros al año y ayudan a mejorar las vidas de cientos de personas. (PCV)

Apoyo a la iniciativa
° El proyecto requiere apoyo para su gestión. Los interesados en aportar pueden hacer una contribución a través de la cuenta corriente Nro. 2100161464 del Banco Pichincha, a nombre de Escuela de Perros Guía Ecuatorianos o con tarjeta de crédito a través de la página web www.perrosguiaecuatorianos.org.ec.

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