Quito presenta desempleo y subempleo juvenil

Reto. Se necesitan acciones coordinadas entre sector público y privado para ampliar la oferta laboral. (Archivo)
Reto. Se necesitan acciones coordinadas entre sector público y privado para ampliar la oferta laboral. (Archivo)

Una fuerza productiva, de entre 18 y 34 años de edad, está en la desocupación y la subocupación.

El 25% de los subempleados a escala nacional se ubican en Quito. De ellos, aproximadamente, más del 60% son jóvenes de 18 a 34 años. Es decir, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), a marzo 2018, 61.148 jóvenes capitalinos no tienen una ocupación que cumpla con los niveles mínimos de salario básico y horas de trabajo.

El 21% de los desempleados del país están en Quito, e igualmente un 60% de ellos son jóvenes de 18 a 34 años. Esto quiere decir que 38.531 personas en ese rango de edades no tienen ningún tipo de ocupación, a pesar de estar buscándola activamente.

Este nivel de desocupación y subocupación se puede medir de forma más palpable, cuando se realizan feria de empleo en la ciudad, como la efectuada hace apenas una semana en el Centro de Eventos Bicentenario, al norte de Quito. En esa ocasión, en dos días de oportunidad de acercamiento a 45 empresas, más de 35.000 jóvenes entre los 18 y 35 años presentaron sus carpetas. Esto a pesar que las vacantes ofrecidas no superaban las 5.000.

Mirada
Verónica Cadena, consultora laboral, comentó que esta realidad demuestra que sin programas articulados e integrales de apoyo al empleo joven, un gran porcentaje de las nuevas generaciones están quedando atrapados en un círculo de empleo informal y desempleo.

“Por el lado municipal se han llevado a cabo iniciativas interesantes, pero con poco impacto efectivo para mejorar las condiciones laborales de los jóvenes de la ciudad. Esto debido a que la recesión económica todavía no se supera, a que los apoyos están dirigidos sobre todo a graduados universitarios y a que los niveles de inversión en la ciudad no despegan”, dijo.

EL DATO
Se puede consultar los perfiles requeridos de empleadores en la Bolsa Metropolitana y en otras páginas laborales. Además acotó que en los niveles de empleo y subempleo no se visibiliza el fenómeno de los Nini, es decir, de los jóvenes que ni estudian ni trabajan. “ Por ejemplo, en los últimos años, solo en la Universidad Central, en cada periodo, más de 130.000 jóvenes se quedaron fuera de la matrícula por no alcanzar los puntajes de las prueba ser bachiller”, añadió.

Pedro Mina, de 22 años, afirmó que la alta demanda dificulta encontrar empleo. Además, su condición de bachiller sin estudios universitarios empeora las cosas. “He ejercido varios trabajos temporales, pero muchas veces para las empresas es más barato buscar otro temporal, que ofrecerte un contrato a largo plazo” , aseveró.

Proyecto municipal
Según datos del Cabildo, desde agosto 2014 hasta la fecha, más de 26.797 jóvenes han sido colocados en diferentes empresas a través de la iniciativa local. Esto se logró, según Alfonso Abdo, director ejecutivo de Conquito, gracias a la ordenanza No. 007, la cual dio paso a la creación del programa Empleo y Emprendimiento Joven, con el fin de fomentar, mediante mecanismos de reconocimiento e incentivos tributarios, la inserción laboral y el emprendimiento.

TOME NOTA
Los interesados en la iniciativa municipal pueden ingresar sus datos y hoja de vida en la página Web de Conquito, Bolsa Metropolitana de Empleo. Entre esos incentivos está el descuento de hasta el 50% de 1.5 por mil de activos, según la cantidad de jóvenes que se haya contratado. Además está el programa Sello Joven que es un reconocimiento a aquellas empresas, que aparte de contratar jóvenes, les dan tareas adicionales, flexibilidad para sus estudios, capacitación interna y un plan de carrera.

Sin embargo, aunque la iniciativa es valiosa, Cadena recalcó que el impacto sería, en promedio, de 8.900 jóvenes por año vinculados a un empleo. “La situación es compleja porque cada año, más de 200.000 jóvenes terminan su educación secundaria, y muchos de ellos no pueden acceder al tercer nivel o a un trabajo formal”.

En este sentido, la clave sería potenciar y ampliar el campo de acción de la iniciativa municipal para que además del primer empleo para universitarios, también se busque apuntalar el emprendimiento y la vinculación laboral en áreas técnicas y operativas que no requieran formación universitaria. (JS)