De los 210 locales que se construyen en el Pasaje Sanguña, ubicado en el Tejar, en el Centro Histórico, hay 48 que están en estudio para la adjudicación. En ese sector se ejecutan obras para restablecer las actividades comerciales que resultaron afectadas por una rotura del sistema de alcantarillado hace ocho años.
Gloria Moya, presidenta de la Asociación Unión y Progreso fundada en 1966, dijo que le preocupa este proceso y rechaza la opción de que los puestos se sorteen entre comerciantes que no pertenecen al sitio.
La dirigente aseguró que al Pasaje Sanguña pertenecen 420 socios. De ellos, 208 ocuparán la plaza que aún se está construyendo, 192 están en la parte alta del Centro Comercial (sección calzado) y operan como 20 ambulantes.
La comerciante agregó que han sido tiempos difíciles, ya que primero tuvieron que reponerse de la pérdida de sus puestos, luego a trabajar en condiciones inseguras y ahora a buscar el financiamiento para pagar los nuevos espacios, que miden 1,70 de ancho por 2,40 de fondo.
La raíz del problema
El 10 de abril de 2010 este punto de comercio popular soportó una descarga inusual de las aguas servidas. Los vendedores tuvieron que desalojar el sitio, unos rentaron locales cercanos para no perder a sus clientes. Otros fallecieron y otros vendieron puestos, cuya legalización se volvió un problema.
EL DATO
Esta semana se colocarán las puertas enrollables y la cubierta en los puestos.Moya, por ejemplo, tenía el local 194, pero hizo un traspaso a favor de su hijo. El problema es que ahora las autoridades no quieren adjudicarle el local. Para solucionar este tema, ella ha solicitado audiencia en la Agencia Distrital de Comercio del Municipio. En dicha dependencia se aclaró que con la entrega del Centro Comercial, cuya construcción está a cargo del Instituto Metropolitano de Patrimonio, se convocará a una asamblea para depurar las listas con los mismos dirigentes de los comerciantes. (PSD)