Las trabajadoras sexuales siguen en 7 calles del centro

Drama. Las trabajadoras sexuales durante la actual administración municipal se han mantenido en el Centro Histórico.
Drama. Las trabajadoras sexuales durante la actual administración municipal se han mantenido en el Centro Histórico.

Nunca se concretó su traslado a El Censo, como consta en el plan de reubicación que hizo el Municipio.

Al ingresar por la calle Guayaquil, al norte del Centro Histórico, en la intersección con la calle Oriente, una mujer fija su mirada y sonríe intentando llamar la atención de los caballeros. Cuando camina, sus largos tacones suenan al chocar contra el pavimento. Una cartera que cuelga de su hombro y un cigarrillo completan su imagen.

En cuestión de minutos aparece un transeúnte que se acerca receloso y le habla al oído. La negociación dura pocos segundos y luego ambos caminan hasta la calle Vargas, empujan la puerta de un edificio y desaparecen.

Escenas como estas también se ven a diario en las calles Manabí, Esmeraldas, Flores, Pichincha, Antonio Bustamante y Rocafuerte, donde las trabajadoras sexuales están presentes, dando cuenta de que el plan de reubicación que promovió el Municipio nunca se concretó.

Esta problemática afecta a personas que viven o tienen sus locales comerciales en dichas arterias. Juan Mejía, responsable de un establecimiento de venta de insumos para la zapatería, confirmó que durante la actual administración municipal se ofreció reubicar al trabajo sexual pero eso jamás se concretó. “No es fácil, ellas saben que los clientes las buscan aquí”, refirió.

Las protestas
En el Centro Histórico de Quito se estima que hay unas 3.000 trabajadoras sexuales, quienes desde 2015 han exigido al Cabildo que su trabajo sea reconocido y no criminalizado. Incluso protagonizaron una protesta en la que hubo una relación sexual en plena vía pública, para defender su presencia en las calles.

EL DATO
El sector El Censo cumpliría con las condiciones que se requieren para la operación de este tipo de establecimiento, porque está alejado de las instituciones educativas y servicios de salud.Aquella manifestación ocurrió tras registrarse el cierre de los sitios de tolerancia y la clausura de hoteles como los de la calle Manabí, que hasta hoy continúan prestando un servicio diferente al que tramitaron en la Licencia Única de Actividades Económicas (LUAE).

Las dirigentes del sector han aclarado que no están en contra de la reubicación, siempre que los sitios cuenten con los servicios básicos y sean accesibles tanto para ellas como para sus clientes.

Después de cuatro años de negociaciones, sin embargo, las trabajadoras sexuales se mantienen en siete calles del Casco Colonial, pero su reubicación sigue siendo un tema pendiente.

Una propuesta
El secretario de Inclusión Social, César Mantilla, dijo que todavía tienen tiempo hasta mayo de 2019 para resolver la reubicación y aseguró que están concretando los locales para ese fin.

Agregó que a través de las mesas de trabajo, se hizo un proyecto que ha sido socializado con las partes involucradas y que cuenta con todos los informes favorables de las dependencias del Municipio.

“Lo que se quiere es que el proyecto no genere un impacto negativo en el sector, las secretarías están trabajando para una modificación del PUOS (Plan de Uso y Ocupación del Suelo ) en ese sector. Se presentó una propuesta de ordenanzas que se deberá tratar en el Concejo”, dijo.

El funcionario reconoció que todavía hay hoteles que están operando con las trabajadoras sexuales, porque son parte de los acuerdos que se lograron en las mesas de diálogo. Además, aclaró que siempre hay un permanente control de estos sitios para evitar inconvenientes. (PSD)