‘Explorar el fin’ se exhibe en Más Arte. Reflexiona sobre la relación con la naturaleza.
Qué equivale a pensar en el fin. Quizás, una de las primeras ideas -para cotejarle- sea el silencio: parecería que ni el susurro ni el ruido alteran el resultado cuando el desenlace está dado, cuando el telón ha bajado.
Para el artista Fidel Eljuri, el fin es el inicio de la comunicación. Resulta un punto de partida para reflexionar sobre el rito, la magia, lo urbano, lo espiritual… Implica (re)pensar la relación con la naturaleza y con la cultura. Involucra entender “a la tecnología como un bien común, como una herramienta para (justamente) comunicar”.
Así se concibe ‘Explorar el fin’, una muestra que recoge sus obras ‘Kimsacocha’, ‘El festín de la luz’, ‘Memoria del agua’, ‘Girón Matrix’ y ‘Progreso’, y que se exhiben en Más Arte Galería desde ayer y que estará abierta hasta el 14 de septiembre de 2018.
Origen
Eljuri explica que todo partió en un viaje a Girón, por una obra que fue comisionada por la Bienal de Cuenca en 2016. “Ahí es cuando inicié visitando algunas zonas con la problemática de las mineras”. Al explorar sobre el extractivismo, dio con el elemento que no solo genera pugnas de territorios, expulsión, marginación, expropiación y destierros: el agua. ¿Qué sucede cuando se altera su sistema de uso? “La problemática incluye una ruptura, un quiebre de la comunidad”.
TOME NOTA
Más Arte Galería está ubicada en Av. 12 de Octubre y Lincoln.“El proceso de exploración ya divide al pueblo entre quienes están a favor, en contra, los confundidos o a quines no les importa. Todo se altera. Se comienza a generar como un tumor dentro de la sociedad, no sabemos si será benigno o maligno: lo que tenemos en claro es la división”.
Una división que marca el fin de las prácticas de quienes habitaban desde hace años atrás en un territorio, mucho de ellos ni consultados sobre qué opinan de la situación. “Simplemente, hay un caos en donde no había”.
Muestra
“No trato de pensar en cómo encasillar lo que hago, no me preocupo en militar, aunque evidencie una posición”, sostiene el artista. “La esencia de mi trabajo, sea desde la música, las instalaciones o mis investigaciones, está en exponer una idea honesta, comunicar lo que sucede, y lo hago desde el arte, que es desde donde lo puedo hacer”.
EL DATO
Los trabajos contaron con la curaduría de Eduardo Carrera. Así fusiona a la tecnología, la escultura, el video, el sonido, la instalación con un discurso que radica en cómo convivir con los recursos culturales y el entorno, con el preguntarse sobre cuál es su rol como un ser desde lo urbano con lo natural.
De esta manera evidenciará que en el fin, lo que menos puede haber es silencio, y la metáfora se sostiene a través de sus tambores y bombos que retumban al pulso de un motor (‘Progreso’); o cuando la Chakana de neón enseña que la minería no puede ser un norte (‘El festín de la luz’); o navegar por las voces de un grupo de mujeres de Morascalle que purifican el agua contaminada (‘Memoria del agua’)… En fin, una muestra para reflexionar sobre qué fin queremos. (DVD)