Su ejemplo se compartió a través de las conferencias Empower: Girl in Charge, dirigido a universitarias.
No es cuestión de género, sino de formación y habilidades. En un panorama en el que las directoras mujeres aumentaron de 21 a 32 en la lista de ‘Fortune 500’, en solo un año, ellas siguen demostrando que están dispuestas a tomarse a cargo la revolución tecnológica.
Precisamente, para seguir fomentando el intercambio de ideas y la formación académica, ayer se llevó a cabo el encuentro Empower: Girl in Charge, en la Universidad de Las Américas (UDLA).
Más de 300 estudiantes de diferentes universidades y colegios de la ciudad llegaron para escuchar a las expertas que han logrado destacarse a escalas nacional e internacional con sus conocimientos sobre tecnología.
Josselyn Caiza, de 24 años, fue una de las participantes. Ella estudia Biotecnología en la Escuela Politécnica del Ejército (ESPE) y opinó con entusiasmo que los talleres le aportaron ideas para emprender desde su casa, saliendo de su zona confort. En su carrera la mayor parte de estudiantes son mujeres.
René Cordero, director general de operaciones de la UDLA, destacó la importancia de que fundaciones como ‘Girls in Tech’ se acerquen a la academia para que las ideas del mundo se trasladen a las estudiantes, como no se había hecho antes en la ciudad.
Destacó que no son solo chicas de carreras tecnológicas las que participaron en los conversatorios, sino que se incluyó a todas, pues la innovación no es exclusiva de una carrera, sino que se aplica en todos los ámbitos y es una herramienta para disminuir la brecha de género que aún existe en el mundo. (PCV)
Reinventarse: de los fierros al mundo tecnológico
° “Una vez que te descubres como mujer, que te das cuenta que no quieres emular a ningún hombre ni estructurarte como ellos, ya no tienes miedo”, dice Paola Durán con una sonrisa. Si alguien entiende lo que es dejar a un lado una carrera y una profesión demandante de Ingeniería Mecánica y volverse autodidacta en plataformas de Internet, esa es ella. Actualmente, es una de las seis especialistas en Latinoamérica, reconocidas por LinkedIn Corporation y la única en Ecuador.
La transformación de la quiteña empezó hace siete años cuando tuvo a su primera hija y descubrió que necesitaba cambiar su estilo de vida. Le interesaba tener más tiempo para su familia y trabajar desde su casa. Entonces tenía 39 años y decidió engancharse con LinkedIn, la red social enfocada a crear vínculos empresariales.
Se volvió autodidacta y en unos años, las asesorías que daba se convirtieron en el 15% de sus ingresos. Después, la corporación multinacional la contactó para que fuera una de sus aliadas con capacitaciones a empresas y personas que quieren mejorar sus relaciones comerciales.
Para ella, es importante que las brechas de género se terminen, pero insiste en que es muy importante que sean las mismas mujeres quienes rompan las barreras sin miedo.
Ser parte de la conversación
° Cuando a Melissa Nebot le preguntan por qué luchar para que las mujeres estén en la tecnología si ya son mayoría en varias industrias, la guayaquileña responde que deben estar ahí porque no hay industria que no haya sido transformada por la tecnología.
A sus 30 años, Nebot es la gerente de negocios de la fundación sin fines de lucro ‘Girls In Tech’ que se creó hace 11 años en EE.UU. y está en 60 ciudades de todo el mundo. Explica que el objetivo más importante de la organización es que se cierre la brecha que existe de mujeres que estudian carreras en ciencias tecnologías y matemáticas y las que trabajan en esas áreas.
“Los hombres ya están ahí, no queremos ser más sino que haya igualdad”, dice la ingeniera comercial quien hizo una maestría en Negocios digitales.
Para ella lo importante es que las mujeres dejen a un lado las barreras y que se den cuenta de que en la tecnología no solo pueden generar grandes cambios sino que pueden desarrollarse con mejores sueldos y flexibilidad de tiempo.
Desarmar paradigmas
° El avance que han tenido las mujeres en los últimos tiempos no solo es cuestión de la tecnología, afirma Ana María Rodríguez. Para ella es más el resultado de una ola feminista mundial que las ha impulsado y va desarmando paradigmas.
La venezolana de 31 años es la Key Account Manager de la empresa Doppler Colombia y aunque su cargo suene difícil ella lo explica como la apertura de mercado comercial. Recuerda otros tiempos en los que para llegar a uno de esos puestos se pedía postulantes hombres de cierta edad y con una formación difícil de cumplir.
Para ella, es necesario que se caigan los paradigmas como que las mujeres no son compatibles con la tecnología. Por eso, en sus charlas habla a las chicas sobre cómo organizarse y partir de una idea para que sus planes de marketing funcionen y no solo se conformen con estar en redes sociales sino que tengan un plan.
Actualmente vive en Colombia y ve la situación de las mujeres en América Latina algo tardía a la que se ve en el mundo. Sin embargo, es optimista y está segura que las cosas van a cambiar porque cada vez, las mujeres se están exigiendo más.