A los padres de familia les preocupa los robos y la venta de droga en los exteriores de los centros educativos.
Preocupación, es el sentimiento que expresan los moradores de San Juan de Calderón, ubicado al norte de Quito, frente a la presencia de pandilleros, vendedores de droga y gente que se dedica a asaltar a toda hora del día.
Ayer los vecinos se organizaron para limpiar las calles, borrar los mensajes que se dejan en los postes, las imágenes que colocan sobre las paredes como es el caso de coronas, signos y otros trazos cuyo significado se desconoce, pero que demuestra que ‘hay pandillas en el sitio’, dice Geovanny Rosero, padre de familia.
Los padres de familia de una institución educativa del sector también se convocaron para hacer una limpieza interna y externa del establecimiento, barrieron el perímetro del centro, pintaron paredes, pupitres limpiaron las áreas verdes.
“Los chicos no ayudan a mantener, los vidrios están rotos, las bancas totalmente rayadas, las paredes sucias”, dijo Leonor Morales, madre de familia.
EL DATO
En mayo del 2018 ya se realizó una minga en el sector, lo promovieron los moradores de los barrios El Arbolito I y Reina del Cisne III. El rector del establecimiento educativo, quién se negó a dar su nombre comentó que la minga es una de las actividades que dispone el Ministerio de Educación y que se lo realiza al inicio y al final del año lectivo, que los padres y estudiantes suman esfuerzos para mejorar su sitio de trabajo.
Los padres de familia dicen que al igual que en otros centros educativos los brujos o vendedores de droga están tras los estudiantes vulnerables. Que los alumnos del colegio Juan Suárez Chacón, no son la excepción y que eso les ha quitado el sueño.
Según los padres, los antisociales se camuflan en las instalaciones de un viejo mercado que operaba antiguamente en el sector y ahora está botado.
Anahí Moreno, madre de familia, comentó que tienen identificados a los expendedores de drogas, qué actuarán con mano dura si continúan motivando a los estudiantes al consumo de estupefacientes, que se sabe casos de chicos a los que les fían las dosis.
La Policía del sector está al tanto de la problemática; en la Unidad de Policía Comunitaria, Segundo Peñafiel confirmó que han llegado padres de familia a mencionar el hecho, pero que no hay una denuncia en firme en contra de alguna de las personas en particular. (PSD)