Las artesanías son un pasaporte y un estilo de vida.

COMERCIO. Alrededor de 40 artesanos venden todos los días en El Ejido.
COMERCIO. Alrededor de 40 artesanos venden todos los días en El Ejido.
CAMBIO. María Montoya dejó su profesión para dedicarse a la elaboración y venta de collares.
CAMBIO. María Montoya dejó su profesión para dedicarse a la elaboración y venta de collares.

ALCANCE. Alfredo Tituaña quiere estudiar otro idioma y así mejorar sus ventas.
ALCANCE. Alfredo Tituaña quiere estudiar otro idioma y así mejorar sus ventas.
VENTAS. Los fines de semana son los días de más afluencia en el parque.
VENTAS. Los fines de semana son los días de más afluencia en el parque.
TIEMPO. Diego Manzano es artesano hace más de 30 años.
TIEMPO. Diego Manzano es artesano hace más de 30 años.

Desde las 08:00 los artesanos se concentran en la acera que colinda con el parque El Ejido y la Av. Patria. A pesar de tener diferntes nacionalidades, edad y género, comparten una misma pasión: la artesanía. Esta actividad les ha permitido a 40 artesanos recorrer diferentes ciudades o países y sacar a sus familias adelante.

Sobre una tela, en el piso, Diego Manzano coloca pulseras, aretes y anillos creados por él. Lo hace de esta forma ya que el Municipio — según la Ordenanza N° 0280— prohíbe tener mesas o sillas en lugares públicos.

Él cuenta que los artesanos llegaron a la avenida Amazonas hace 30 años, luego fueron reubicados en El Ejido. Gracias a su habilidad para elaborar bisutería pudo estudiar ingeniería en sistemas y ganarse la vida. Por las mañanas vendía sus creaciones y por las noches estudiaba.

Aunque terminó la carrera, jamás la ejerció. “Estudié por cumplir un ideario social, la gente cree que sin un título no eres nadie”, dice. Su forma de vida, que para él es mejor que estar encerrado en una oficina, le ha permitido viajar a diferentes países.

Diego conoció Europa cuando un italiano, dueño de un hotel en Montemaggiori, le propuso vender sus joyas en esa ciudad. En Italia trabajó cuatro años. Luego vivió en África y hace tres meses estuvo por Chile, junto con su hija, quien comparte su afición por viajar.

Con un tono de voz alegre invita a la gente a ver su bisutería. Sus manos reflejan los años de trabajo y su mirada no se despega de las pequeñas piezas de plata que junta usando un alicate. Diego dice que al crear una conexión con el arte aprendes a desenvolverte en otros campos. Él afirma que habla cinco idiomas, por lo que en el parque suele ser guía turístico.

Entre hilos

La historia de María Montoya, de 25 años, es similar. Siempre quiso conocer el mundo, así que estudió guía de turismo en su natal Venezuela. Durante sus primeras giras, aprendió la técnica ‘macramé’ que consiste en hilar formando nudos. Después de eso, su estilo de vida cambió.

Dejó de lado su carrera y se volvió artesana. Hasta el momento, ha recorrido ocho países de Sudamérica. No es difícil movilizarse – dice María – ya que no se necesita de un gran presupuesto como muchos piensan.

DATO
El sector artesanal representa el 32.7% de población económicamente activa del país.Ella se queda tres meses en cada lugar que visita y, durante ese tiempo, reúne lo suficiente para tomar otro rumbo. En Ecuador lleva un año y las ciudades donde más ha vendido son Quito, Cuenca y Baños.

El sol empieza a intensificarse y con eso, el pasar de las personas, que apresuradas, se dan un tiempo para girar la cabeza hacia los improvisados estands de artesanía. Los artistas de El Ejido aseguran que son los extranjeros quienes compran más que los locales y que incluso, muchos llegan a tener conceptos equivocados sobre ellos, pero que no dejan que ciertos prejuicios les afecten.

Nuevas oportunidades

Alfonso Tituaña llegó hace una semana, desde Otavalo. Viene de una familia de artesanos textiles y luego de unos meses desea estudiar inglés ya que se enteró que el Municipio ofrece cursos gratuitos en diferentes puntos de la ciudad. Alfonso quien al conversar se muestra tímido, es firme al decir que saber otro idioma mejorará sus ventas. Además, es algo que siempre quiso hacer.

TOME NOTA
El 5 de noviembre se celebra el día del artesano ecuatoriano.Él asegura, que en la capital hay más oportunidades. “Cuando naces en provincia no siempre puedes salir, pero gracias al trabajo que realizo con mis manos pude venir a Quito y así voy a aprender inglés”, comenta mientras con un alambre forma una flor que acompaña a corazones, aviones y más figuras hechas del mismo material.

Durante el transcurso de una hora no se ha venido nada. Patricia Vacancela, oriunda de Saraguro, y radicada en Quito hace cinco años, cuenta que lo máximo que se vende son 20 dólares diarios y, a veces, solo $1 o $2. Pese a este antecedente, Patricia es cabeza de hogar y con su trabajo mantiene a sus tres hijos y a un nieto. Fabricando aretes, gargantillas y cinturones con materiales como chaquira, balsa y chenille ha encontrado una forma de salir adelante. Ella dejó su ciudad porque deseaba darle mejores oportunidades a su familia y, a través del arte manual, lo ha logrado.

Entre los vendedores hay un ambiente de familiaridad, aunque algunos están de paso, todos se conocen. Diego Manzano dice que los artistas deben saber reconocer las habilidades de sus compañeros. “Ves esas botellas talladas, son hermosas. Mi amigo es un gran artesano”, enfatiza mientras sonríe y saluda a quienes pasan. (AVV)

Visión ciudadana:

° En el tramo que va desde la Av. 6 de diciembre a la Av. 10 de agosto, alrededor de 40 artistas se reúnen todos los días; es por esto que los transeúntes han bautizado el lugar como ‘avenida de los artesanos’.

TOME NOTA
Si desea certificarse como artesano ingresa a http://registro.artesanos.gob.ec/registro La Junta Nacional de Artesanos (JNDA) es la encargada de este proceso.Quienes recorren este sitio, tienen versiones distintas frente a la venta de trabajos manuales en la vereda. El guayaquileño Alejandro Cedeño visita Quito por primera vez, y destaca que, a diferencia de su ciudad, observa orden y no le molesta que la gente se gane la vida a través del arte. Por otro lado, hay quienes consideran que hay un problema de movilidad, sobre todo en las horas pico, Sofía Rosales dice que es difícil pasar cuando hay puestos de lado y lado, sin embargo, destaca que hay artesanías que siempre le llaman la atención y que es bueno que la gente se gane la vida con talento y creatividad.