Algunos de los establecimientos, que permiten a la gente asistir con sus mascotas, ofrecen también un menú canino.
“Todos son bienvenidos, los recibimos con agua y unas galletitas”, dice Diana Godoy, administradora del Café Mosaico, uno de los 37 establecimientos ‘Pet Friendly’ de Quito.
Ella habla de la manera en la que su cafetería saluda a los visitantes de cuatro patas, que acompañan a sus dueños a comer algo, a charlar e incluso a leer un libro.
Diana cuenta que la tendencia de establecimientos, especialmente restaurantes, que reciben a gente con sus mascotas, no es tan nueva como parece. Su negocio, ubicado en el sector del Itchimbía, lo hace desde hace 15 años. Ella considera que esto se debe a que el dueño es europeo y la idea de comer junto a los animalitos lleva casi 50 años en el ‘Viejo continente’.
Según un censo realizado por Quito Turismo, hay 16 restaurantes, 11 hoteles, 8 parques y 2 centros comerciales ‘Pet Friendly’ en la ciudad. Cada uno aplica ciertas condiciones al ofrecer este servicio. Por ejemplo, en el caso de los hoteles, varios tienen un costo adicional para quienes van con sus mascotas. Los parques piden llevar a los perros con collar y una funda para recoger los desechos. Y, uno de los centros comerciales solo permite el acceso de mascotas en brazos.
EL DATO
Café Mosaico lleva 15 años aceptando en sus instalaciones a mascotas. Por su parte, en los sitios de comida hay más facilidades, todos designan un área para quienes disfrutan de la compañía de perros y felinos. Inclusive, varios de estos, tienen un menú canino, “riquísimo”, asegura- entre risas- José Cando, dueño de Pity, un bulldog francés de 3 años.
Claro, hay quienes no comparten estas ideas -dice Alexander Karras, dueño del Mosaico Café, -mientras acaricia a ‘Ónix’ uno de los 14 perros rescatados que viven en su restaurante. “Aunque son pocas, hay personas que tienen la confusión de que un perro en un negocio de comida es sucio, lo cual es completamente equivocado. Sin embargo, a la mayoría le gusta llegar y jugar con ellos”, afirma Karras.
Inclusión
Aunque esta nueva forma de negocio resulta atractiva para los turistas, fomenta una ideología que va más allá. Así lo indica Carlos Campaña, miembro del Movimiento Animalista Nacional Ecuador (MAN), quien considera que esta es una manera de sensibilización. “Los espacios ‘Pet Friendly’ son un paso importante para interactuar con los animales y crear empatía. Es hacer que la gente los vea como parte de la familia”, asegura.
MAN es uno de los colectivos que intenta reformar el Código Orgánico Integral Penal (COIP) y el Código Orgánico Administrativo (COA), para que se establezcan leyes que amparen y protejan el bienestar animal. (AVV)
