Los trompos vuelven a bailar en San Blas

Alegría. Los trompos son construidos artesanalmente con madera, pero actualmente son hechos de plástico.
Alegría. Los trompos son construidos artesanalmente con madera, pero actualmente son hechos de plástico.

“Que nadie se quede de pie”, decía Rocío Oñate mientras invitaba a bailar a sus vecinos, en San Blas, en el Centro Histórico. Al son de ‘Chimbacalle de mi vida’ y degustando helados de paila, los habitantes del tradicional barrio, celebraron a Quito con juegos como la rayuela, el elástico y los añorados trompos.

Cristian Vázquez, integrante de la fundación raíz animal, explicó que esta iniciativa es parte de la campaña ‘Que vuelvan los trompos a Quito’, la cual se hace en contraposición con la propuesta ‘Que vuelvan los toros a Quito’.

Así lo hicieron en San Blas, donde los trompos fueron un gran atractivo. Rocío Oñate señaló que esta iniciativa es apoyada por quienes no nacieron en la era de la tecnología. Eran chicos que después de hacer los deberes se encontraban con los amigos del barrio para hacer bailar los trompos. Ahora, el desafío es involucrar a las nuevas generaciones.

Además de los juegos, se rescató la receta del ‘rosero quiteño’, una bebida tradicional que antiguamente tomaban los clérigos y que está hecha con agua de rosas, frutillas, piña y chigualcán, una futa típica de Pichincha.

Para Oñate, esto reactiva el turismo en la zona, que desde hace cuatro meses planeó practicar juegos tradicionales y realizar ferias de emprendimiento por las fiestas. (AVV)