Los derechos

Vivimos en tiempos en los que todos los seres humanos tenemos derechos en abundancia: los Derechos Humanos, los derechos de los trabajadores, los derechos civiles, los derechos de los niños, los derechos de los delincuentes, de los que roban, matan e insultan a los demás. Además, tenemos derecho a un buen sueldo, a las prestaciones del Seguro Social, al buen trato, a no ser discriminados, al respeto y a la dignidad humana. Pletóricos y felices caminamos por la vida cargados con el pesado bulto de nuestros derechos. ¡Todos tenemos derechos! Por otro lado, han desaparecido misteriosamente los deberes ciudadanos, los deberes constitucionales, los deberes del buen vivir. Ya nadie tiene deberes, ni habla de ellos, todos gozamos solamente de nuestros derechos que nadie nos los puede quitar. En vez de gozar de tantos derechos ciudadanos, deberíamos vivir en medio de un ejército de “ciudadanos derechos”.

Gustavo Vela Ycaza
C.I. 17-04442266

Jóvenes y mercado

Los jóvenes se creen libres en la medida que pueden moverse libremente por un centro comercial, elegir libremente el lugar donde consumir, y escoger también libremente la marca que será visible cuando caminan: adquieren valor en medida que la mercancía que consumen puede darles identificación: vivimos en el tránsito de jóvenes libres a mercancías etiquetadas. Esa libertad es negativa, y su juventud una constante enajenada por los valores del mercado. La tradición que no es cuestionada, reproduce valores conservadores; la valorización mercantil de la vida, vacía de contenido a la humanidad y la colma de pasiones que reproducen fanatismos, la búsqueda de placer inmediato, y la ausencia de compromisos con el mundo.

Pablo Vivanco Ordóñez
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