El pasillo tiene su casa en el Centro Histórico

Recuerdos. Parte de la muestra son réplicas de lugares populares de la época.
Recuerdos. Parte de la muestra son réplicas de lugares populares de la época.

El Museo está habilitado en un 70%. En enero estará totalmente funcional.

Una pequeña sala de espera, donde se proyectan relatos de los artistas ecuatorianos, es el punto de bienvenida al Museo Escuela del Pasillo, un ritmo musical considerado Patrimonio Inmaterial del Ecuador.

“Que distintitos los dos, tu vida empieza…”. Esa canción se llama ‘Sendas distintas’, dice Alberto Robles, como añorando tiempos pasados. Acto seguido, pide información para visitar el sitio, ubicado en las calles García Moreno y Bolívar, en el Centro Histórico.

El espacio está concebido para que los recorridos se hagan en orden cronológico. Así, los visitantes inician el recorrido conociendo la música de la época Precolombina, luego se adentran en la evolución de melodías que se dio en la Colonia hasta que llegan al ‘vals’, según explica el musicólogo Mario Godoy.

El museo ocupa un edificio patrimonial, levantado en 1907, donde funcionaba el archivo histórico del Banco Central. Tiene tres plantas en las cuales se exhiben partituras, melodías y personajes que han marcado y aún marcan la historia del pasillo.

Sensaciones y cercanía
En la Sala sensorial, donde reina la oscuridad, la gente que ingresa debe reconocer reproductores musicales, como pianolas o vitrolas. El reto es que lo hagan en un lapso de tres minutos y utilizando todos sus sentidos.

“Es una de las salas más visitadas”, indica Ricardo Rivadeneira, museógrafo y consultor de la Presidencia de la República.

Otro de los espacios que ha gustado a la gente y que también está en el primer piso del museo, es el que recrea la época dorada de la radiodifusión.
Se observa lo que era Radio Quito, popular por sus radionovelas. El ambiente de esta sala se complementa con las figuras de cera del dúo Benítez y Valencia.

Aunque aún no se encuentra habilitada, en el museo también funcionará la cantina ‘El aguacate’, nombre de una de las canciones más representativas del género. Ahí, la gente podrá, tomar café, vino hervido y comer mientras escuha música en vivo.

A medida que avanza el recorrido es notoria la cercanía de los objetos que forman parte de la muestra. A diferencia de otros sitios de este tipo, en el Museo Escuela del pasillo no hay vitrinas, barreras o letreros con el mensaje ‘No tocar’.

Rivadeneira dice que esto se debe a que el objetivo nunca fue mantener los instrumentos como obras de arte, sino que se conserven y mantengan como bienes de uso público y común.

Esta idea fue debatida al inicio, se propuso inclusive tener pedestales para evitar daños. Sin embargo, la gente ha respetado los objetos y se mantienen intactos.
Aunque en cada ambiente se emula la época de inicios y finales del siglo XX, la tecnología actual está presente con el fin de crear una experiencia interactiva. Las muestras trabajan con códigos QR, realidad aumentada y realidad virtual.

“Es lo que queríamos. Tener una memoria sonora con artículos que se puedan tocar y que, mediante el sonido y las vivencias, el patrimonio se rescate”, señala Rivadeneira.

Estructura
El museo se divide en siete salas. Cada una con guías, nomenclatura y señalética. Sin embargo, es opcional tener una visita guiada o recorrer el sitio de forma independiente.

Existen las denominadas ‘salas de sala’, donde los visitantes que quieran conocer más sobre discografías o intérpretes acceden a una ficha informativa que contiene todos esos detalles.

En la segunda planta predomina la temática de compositores, artistas e intérpretes. El espacio tiene como fin dar realce a los talentos que, con su voz y letras, han forjado la historia del pasillo.

Hay un lugar con 94 retratos y cinco bustos de los principales compositores nacionales, cuyos textos trascendieron fronteras.

1.300
personas visitaron el museo el día de su apertura.Inconscientemente, los visitantes tararean ‘Sombras’, una de las canciones que suenan mientras se realiza el recorrido. “Es como entrar en una máquina del tiempo”, dice Sonia Calvache, quien ha visitado el museo en dos ocasiones.

Antes de avanzar la gente se detiene a admirar la imagen de cera de Julio Jaramillo, acompañado por su guitarra. Ahí, empieza el área de intérpretes y los distintos tipos de estilos.

Esta parte se montó gracias a músicos que donaron objetos y bienes. Ahí, los visitantes se fotografían junto a las prendas de sus intérpretes favoritos.

La interacción no termina, todos pueden subir al escenario y ser, por un momento, una estrella de la añorada época del pasillo. Esto, porque hay un karaoke, que se habilitará próximamente. En ese espacio las personas eligirán una canción en una rockola y una cámara se activará. Al final, el cantante se llevará el video como recuerdo. (AVV)

FRASE

En el Museo Escuela del Pasillo no solo se veneran las cenizas, sino que se transmite el fuego”. Paco Godoy Compositor

Escuela para nuevas generaciones
° Que el género musical del pasillo no se pierda y lograr que las nuevas generaciones se involucren es el objetivo de la Escuela del Pasillo, por eso, se dictan talleres gratuitos de canto, guitarra, arpa, bandolín, piano y acordeón. Esto se hace en la tercera planta del museo.

Las clases iniciaron en octubre y se trabajan en módulos de tres meses, bajo la dirección del maestro Cristian Naranjo.

Entre 7 y 10 personas conforman estos grupos que se abrirán paulatinamente. Las inscripciones están disponibles y no hay límite de edad. Los interesados deben acercarse al museo y solicitar un formulario presentando una copia de cédula.

“La idea es que el pasillo siga transformándose, siga creándose y que nazcan compositores y canciones nuevas”, destaca Ricardo Rivadeneira.

Sobre esta transformación, el compositor Paco Godoy destaca que el arte es atemporal y que lo que es de calidad seguirá siéndolo.

Taller de luthier
° Madera, martillos, lijas, pinturas y más son parte del lugar donde se recrea el trabajo que se hace en un taller de luthier, mismo que contó con la asesoría del artesano, Hugo Chiliquinga.

Esta exposición será interactiva, pues se dictarán clases de fabricación de guitarras la técnica de charolado, que permite tener un mejor sonido, y de elaboración de cuerdas.

Datos

Curiosidades del pasillo

° ‘Sombras’ es considerada la canción universal ecuatoriana de este género

° Originalmente, ‘Sombras’ es un poema de Rosario Sensores (mexicana) que el ecuatoriano Carlos Brito musicalizó.

° El 1 de octubre es el día internacional del pasillo en honor al natalicio de Julio Jaramillo

° Muchas de las letras de los pasillos se inspiraron en la ‘generación decapitada’, un grupo de poetas ecuatorianos del siglo XX.