Junto con las 2.100 toneladas de desechos sólidos que genera la ciudad y que diariamente llegan al relleno sanitario de El Inga, ubicado en la avenida E35 vía a Píntag, se generan entre 450 y 600 metros cúbicos diarios de lixiviados o líquidos tóxicos que se forman por la descomposición de la basura.
Estas sustancias son tratadas hasta recuperar el agua que se devuelve a fuentes naturales. Esto se hace a través de un sistema de drenajes, controlado por un laboratorio de la Empresa Pública Metropolitana de Gestión Integral de Residuos Sólidos (Emgirs), y un proceso de purificación en las plantas de tratamiento. El agua recuperada, que no llega a ser apta para el consumo humano, se devuelve al río Inga y varias comunidades la utilizan para regadío.
Según datos de la Emgirs, son 182.000 metros cúbicos de líquidos contaminantes los que se tratan al año, pero hay un pasivo producto de los desechos que se han acumulado desde 2014 y la basura que se recepta diariamente y que es tratada en el mismo sitio.
En el laboratorio de la Emgirs se analizan las muestras del agua tratada y también se hace un seguimiento de los materiales que se generan por la descomposición de la basura.
La purificación
Hay dos mecanismos de purificación. El primero es es físico y químico. En este se bate al lixiviado en piscinas con la ayuda de químicos que degradan los elementos toxicos. El otro procedimiento es el que se hace con un sistema de ozonificación y batido.
Jorge Serpertegui, gerente de la Emgirs, informó que al momento se tratan entre 400 y 500 metros cúbicos de lixiviados, lo que les ha permitido reducir el pasivo ambiental que en 2015 era del 30% y a la fecha ha llegado al 27%. Agregó que actualmente están en la capacidad de tratar 250 metros cúbicos más de lixiviados. (PSD)
Aporte de energía
° Verónica Arias, secretaria del Ambiente, dijo que además del tratamiento de agua, el relleno sanitario también cuenta con una planta de energía, que permite captar biogás y generar 5 megavatios, con la posibilidad de llegar a 7 megavatios. A esto se suma la central de la Empresa Eléctrica Quito, que beneficia a 25.000 familias.