La fe en Quito recorrió el Centro Histórico por Jesús del Gran Poder

Fieles. Miles de personas observan cada año la procesión.
Fieles. Miles de personas observan cada año la procesión.

Más de 1.600 personas caminaron por las calles de la ciudad en la procesión de Jesús del Gran Poder.

Se despertó temprano, buscó ropa cómoda, tomó la imagen de Jesús que le regalaron cuando tenía 10 años y salió para estar, por décima ocasión, en la Procesión Jesús del Gran Poder. Es Nataly Soria, una de las 1.600 personas que formaron parte de esta tradición que se hace en Quito desde 1961.

Ella recordó que cuando era una niña, su tía la tomó de la mano, le entregó una túnica morada y le explicó que caminarían, por casi tres horas, como muestra de amor y fe a Jesús.

“Cuando era pequeñita ya salía con sandalias”, dijo la mujer de 23 años.

Tras una década de ser uno de los cucuruchos de la procesión, Nataly tiene muchas historias para contar. La última vez caminó a días de dar a luz. “Mi hijo nació el 4 de abril y la procesión fue el 29 de marzo. Él llegó con bien y eso me sigue motivando”, comentó.

En otra oportunidad, las calles estaban llenas de brea y el suelo muy caliente, pese a eso, los pies de la devota llegaron al final del camino sin problema.

Personajes. 100 Verónicas fueron parte de la procesión.
Personajes. 100 Verónicas fueron parte de la procesión.

Empezar de nuevo
“Si la fe mueve montañas, por qué no le va a mover a una persona”, indicó Jefferson Salazar mientras se vestía de cucurucho.

EL DATO
La procesión termina a las 15:00 porque es la hora en la que murió Jesús. Caminar en la procesión es la forma en la que el joven le agradece a Dios por ayudarle a cambiar de vida. No le avergüenza decir que antes delinquía. Le reconforta el haber cambiado y que ahora se gana la vida honradamente. “Soy una persona de todo oficio: albañil, plomero, electricista… Diosito hizo eso”, mencionó mientras abrazaba un cuadro con el retrato de Jesús, que en la esquina tenia una foto. “Es mi madre que murió. Cuando camino pienso en ella”.

Un testimonio similar fue el de Ángel Daniel Jijón, de 61 años, quien durante más de tres décadas fue alcohólico. Ayer representó a Jesús y realizó la penitencia de ayuno (comió al terminar la procesión) y de caminar descalzo. “De esta forma, yo le agradezco porque llevo 13 años sobrio”.

Tradiciones que se suman
El morado predominaba en el patio del colegio San Andrés (atrás de San Francisco), que fue el punto de encuentro de los personajes del Vía Crucis, quienes, desde las 6:00, arribaron a ver sus trajes. En una larga fila, tres cucuruchos negros se diferenciaban. “Es que en el Carchi son de este color”, indicó Juan Montenegro, de 32 años. Él, junto con sus dos primos, pusieron la tradición de su tierra como una ofrenda.

Este fue el primer año que Montenegro caminó, mientras que su primo, Iván Armas, lo hizo por quinta ocasión.

Preparación. Desde las 6 de la mañana los personajes se alistan antes de salir a la procesión.
Preparación. Desde las 6 de la mañana los personajes se alistan antes de salir a la procesión.

Recorrido
El Centro Histórico recibió aproximadamente a 200 mil espectadores para la procesión que salió desde San Francisco, pasó por las calles Bolívar y Venezuela, subió a la Basílica del Voto Nacional y retornó al atrio.

Durante casi tres horas, lo feligreses recordaron el Vía Crucis por el que pasó Jesús antes de ser crucificado.

Como indica la creencia popular, a mitad del recorrido, la lluvia se hizo presente. “Es Viernes Santo, siempre llueve en Viernes Santo”, gritó Troy Vera, quien desde hace cuatro décadas sale a la procesión. (AVV)

Manifestaciones de fe en otros sectores
° Durante 7 kilómetros los feligreses caminaron por las calles del sur de Quito, en la edición 22 de la procesión Jesús del Gran Poder, que 25 familias del sector organizan. En total, entre espectadores y participantes, estuvieron alrededor de 40 mil personas.

EL DATO
Cerca de 800 policías resguardaron la seguridad durante la procesión. Al igual que en el Centro de Quito, el recorrido inició al mediodía. Fueron 7 kilómetros en los que entre cánticos y oraciones se conmemoró el Viernes Santo.

Este año, el acto penitencial del sur ha rescatado varios trajes tradicionales, como el del Alma Santa de Patate o El Turbante de Chimbacalle que, desde el siglo XVIII, no se usan.

Diablos de La Merced

° Una colorida procesión vivió la parroquia rural ‘La Merced’ (Valle de los Chillos), cuyos actores principales fueron los diablos. Los personajes vestidos de blanco representaron a las almas purificadas después de la muerte y los de negro simbolizaban las almas en pena.

Esta actividad se realizó a las 10:00 y estuvo acompañada por el sonido fúnebre y agudo del ‘Pingullero’.