La atención a la zona rural es otro de los retos que le esperan al alcalde electo Jorge Yunda. Ahora que está en marcha el proceso de transición, cuatro presidentes electos de Juntas Parroquiales han empezado a exponer sus peticiones con respecto a las competencias que tienen, según su nivel de gobierno.
La solicitud la lidera la Junta Parroquial de Calderón, debido a su condición de la parroquia más grande de Quito y de todo el país y una de las únicas dos, junto con Conocoto, que escogió siete y no cinco vocales. Su presidenta Rosa Salazar pide a la nueva administración municipal que tenga la sensibilidad de escuchar a las necesidades de los habitantes de los barrios más alejados y que coordine proyectos con la Junta.
“Podemos construir canchas de uso múltiple, espacios verdes, casas barriales pero no tenemos la competencia. Solo se necesita firmar las competencias concurrentes porque tenemos presupuesto y podemos trabajar con la comunidad, pero los espacios públicos los administra el Municipio”, sostuvo la funcionaria.
Mancomunidades
Los presidentes de las parroquias rurales de Puéllaro, Chavezpamba, Perucho, Atahualpa y San José de Minas rurales del centro norte, en cambio, han decidido tomar otro camino. Se presentarán ante la nueva administración como una mancomunidad. Esta figura contemplada en el Código de Ordenamiento Territorial (Cootad), se logra a partir de la unión de Gobiernos Autónomos Descentralizados contiguos.
El objetivo, anticipó, el presidente de la Junta Parroquial de Perucho, Sergio Gómez, es definir un plan vial integral. “Cada comunidad de las parroquias norcentrales tiene necesidades de sacar productos a los mercados, zanahoria blanca, choclo, mora, pero no es posible porque no tenemos acceso carrozable. Esto afecta por lo menos a unos 20 mil agricultores”, sostuvo luego de recordar que un tramo de tres kilómetros que une las parroquias de Puellaro y Atahualpa está abandonado.
Normativa
En el oriente de la ciudad, en cambio, el presidente de la Junta Parroquial de Pifo, Ángel Vega, sostuvo que “deben generarse ordenanzas que permitan ingresos por concepto de transferencias de dominio por ventas de terreno, que actualmente solo benefician a la Prefectura. Esto nos afecta porque necesitamos recursos para obras de riego y productividad”.
EL DATO
Quito tiene 32 parroquias rurales y 33 urbanas.Desde el suroriente, en Pintag, el presidente Gabriel Noroña, dijo que su pedido es que la Prefectura y la Junta Parroquial acuerden acciones mínimas para construir al menos vías en reemplazo de “chaquiñanes por donde hoy solo pueden acceder carros 4 x4”.
“Para salir a la escuela los niños van en baldes de camiones y camionetas, maltratados como si fueran reces. No hay un transporte digno como furgonetas”, acotó Noroña. (JCER)