El pasaje Sanguña tiene un comercio informal y otro que empieza a regularizarse

SITIO. Los locales del Pasaje Sanguña se mantienen cerrados y se tiene previsto abrirlos en un mes.
SITIO. Los locales del Pasaje Sanguña se mantienen cerrados y se tiene previsto abrirlos en un mes.

A un mes de que opere el pasaje Sanguña hay inconformidad en comerciantes por el tipo de locales que se les pretende entregar. Ellos manifestaron que no se endeudarán en 4 o 5 mil dólares para pagar por un local que está separado por una pared en la que no pueden colocar ni un clavo, no tienen luz, techo ni piso.

Antonieta Arguello, vocera de los comerciantes que rechazan las condiciones de la infraestrucura, comentó que de las 217personas que están en el proyecto, solo 30 han pagado por su espacio, los demás no han querido hacerlo todavía.

Quienes se sienten perjudicados han gestionado reuniones con concejales para que visiten el sitio y conozcan su realidad, porque los últimos nueve años se han sentido abandonados, y piensan que la renovación no les garantiza que las cosas cambiarán.

Arguello dice que no es posible inaugurar un centro comercial cuando todavía no ha concluido su construcción y que tampoco se puede anunciar que en un mes operará cuando quienes vivirán en estos sitios no tienen dinero para pagar.

EL DATO
La construcción del nuevo Centro Comercial estuvo a cargo del Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP).El Municipio a través de la Secretaría Distrital del Comercio, con su titular Luis Montalvo entregó este marte las minutas a 30 comerciantes que han legalizado su situación para que de manera individual las eleven a escrituras públicas.

Según un comunicado oficial del Municipio de Quito, los comerciantes en un lapso de 150 días deberán pagar 4.500 dólares, por cada uno de los locales.

Los comerciantes dicen que hay personas que constan como dueñas que ya han fallecido y otros que por su avanzada edad ya no son sujetos de crédito, que no se les puede fijar una fecha de pago, que ellos deben ver bien si les conviene aceptar el bien o rechazarlo. (PSD)