La Mariscal apoya la ‘Hora Borojó’ de Yunda, pero exige seguridad

SECTOR. Locales de La Mariscal se enfocan en la diversión y el turismo.
SECTOR. Locales de La Mariscal se enfocan en la diversión y el turismo.

Piden tomar en cuenta que los turistas cenan tarde y encuentran los locales cerrados. Preocupa la inseguridad.

La idea de abrir los locales las 24 horas del día seduce a los comerciantes del sector de La Mariscal, pero no logra borrar su preocupación por la inseguridad en el sitio. Administradores cuentan que los actuales horarios de funcionamiento han alejado a los turistas, principalmente, a los extranjeros porque están acostumbrados a cenar tarde, para luego divertirse.

La propuesta de instaurar la ‘Hora Borojó’, eliminando la restricción del horario a partir de las 02:00, la hizo Jorge Yunda, alcalde electo de Quito, durante una reunión que mantuvo esta semana con la ministra del Interior, María Paula Romo.

La representante en temas de seguridad, a nivel nacional, mostró interés en la propuesta e incluso planteó la posibilidad de aplicar un programa piloto de horarios extendidos, en ciertas zonas de la ciudad. “Estamos abiertos a explorar todas las posibilidades de tener más horas de actividades distintas, comerciales, gastronómicas o de diversión”, dijo.

La expectativa

Luis Guevara, responsable de uno de los negocios de la Plaza Foch, comenta que la semana pasada recibió a turistas argentinos, hinchas del equipo Unión de Santa Fe. Los visitantes llegaron el miércoles a las 11:00, para cenar, y, a las 12:00, la Policía pitaba afuera del establecimiento pidiéndoles que abandonen el sitio.

“Ellos nos dijeron que llegaron tarde porque el aeropuerto está distante y que no es posible que no tengan un sitio donde puedan comer tranquilamente, que en su país hay servicio las 24 horas”, comentó.

Son dos horarios de funcionamiento los que rigen en el sector de La Mariscal, de lunes a miércoles operan hasta las 00:00 y, de jueves a sábado, hasta las 02:00. Según Guevara la Policía rondan los negocios 15 minutos antes de que se cumplan los horarios.

A esa hora no se les permite estar en el lugar. Guevara cuenta que hace tres semanas un grupo de sus trabajadores fue asaltado en la Av. Amazonas porque el recorrido tuvo que esperarlos allá.

El propietario de una tienda, ubicada en la intersección de las calles Juan León Mera y Joaquín Pinto, opina que la idea de operar las 24 horas es buena porque los turistas reclaman atención, pero que, lamentablemente, pasadas las 22:00 todo cierra.

Su preocupación son los controles que se ejercen y la cantidad de locales que se clausuran, a su criterio hay una normativa específica para el sector que se tiene que debatir. Romel Páez, propietario de un establecimiento de equipos de andinismo, opina que, en su caso, no necesita trabajar las 24 horas, pero que hay otros negocios que sí. Por lo que sugiere a las autoridades pensar en mecanismo de control y seguridad para evitar lo que se vive a diario en este sector: la venta y consumo de drogas y la gente que pasada de copas vomita y provoca desmanes. Él cuenta que una madrugada evitó que un hombre queme uno de los basureros del sector. (PSD)

Mi opinión
en 30 segundos
Ramiro Cisneros,
Operador Turístico del Centro Histórico

‘Hora Borojó’ dependerá de su aplicación

° Es una buena idea, como lo fue la peatonalización del Centro Histórico, pero su implementación debe ir de la mano con otras acciones para que cuando el turista salga del sitio de diversión no le asalten. También hay que pensar ver lo que pasa en el Centro Histórico, a las 19:00 ya no hay gente. Habrá negocios a los que les sirva la alternativa y otros a los que no, porque dependemos del uso del suelo que da el Municipio. En una zona residencial yo creo que no aplica porque la gente que duerme en estos sitios se molestaría.

Para el caso de los hoteles dependen mucho de los clientes. Tenemos que estar pendientes de la hora que llegan, pero en un restaurante la dinámica es distinta, la gente necesita comer y si no hay atención hay desilusión. Se tiene que analizar muy bien este tema. Hay que trabajar con la sociedad en su conjunto para que su aplicación no genere rechazo, como ocurre con otras acciones.