“Mi casa no me define. Mi nombre no me define. Mi carne no me define. Yo soy mi propio hogar”, cantaba una de las integrantes de Francisco, el hombre. Mujeres de todas las edades no dudaron en darse paso a las primeras filas después de que la artista anuncio la canción y les pidió “ser las protagonistas en esta”. “Todas las mujeres para adelante. ¡Ni una menos!”.
Francisco, el hombre pasó de su victoria de melodías contra el diablo, como cuenta la leyenda colombiana de un trovador que inspiró el nombre de la agrupación; a poner a bailar a más de mil personas en el escenario Prende Todo de la quinta edición del festival Saca el Diablo.
Rock, punk, samba y otros ritmos se fusionaron en sus letras que, como prometía Bastian Napolitano, organizador del festival, antes del evento, “tienen algo que decir”.
“El dólar vale más que yo y se jodió, vale más que yo”, sonaban sus letras mientras pedía abrir un camino al público, hacer una rueda, bailar “de abajo para arriba” o bajaba del escenario para acompañarlos. “Somos humanos o máquinas, animales o máquinas”.
Ambiente
Horas antes, el frío empezaba a sentirse y el calor del baile y los gritos del público intentaban ahuyentarlo. Ni la lluvia impidió que Alkaloides ponga a gritar a la gente con ‘Ella viene del futuro’. Incluso el granizo llegó para formar parte de su presentación de 45 minutos con su canción ‘Degenerar’. El agua chorreaba de la ropa de los que se quedaron en el medio bailando durante la lluvia.
TOME NOTA
Da Pawn, 3vol, Letelefono, Suameryjane’s, We are wolves, Ricardo Pita, Arkabuz, Cadáver exquisito, Silverio, Los Chigualeros y Sal y Mileto también pusieron a bailar en el festival. A la luz de la luna Rawayana, desde Venezuela, traía el calor del caribe con sus tonos y ritmos. “Véngase mi amor, no me aguante más, si siente dolor o felicidad”, cantaban en medio de los gritos y bailes bajo el escenario. Una de las bandas más esperadas de la noche que se presentaba por primera vez en el país.
Eran las 23:00 y el evento llegaba a su fin. La expectativa crecía y otras personas como Fernando Dávila, de 20 años, no querían que “la experiencia acabe”. Orishas dejo sonar su ritmo cubano con una gran bandera de su país a las espaldas. Era momento de disfrutar ‘A lo cubano’ en el escenario Saca Todo.
Las naciones se mezclaban, los ritmos del caribe, hip hop y rap de Orishas se fusionaban con los bailes de miles de ecuatorianos. Yotuel Romero, vocalista, usó una camiseta tricolor durante su presentación. (ECV)
Colores en todas partes
° Mientras la música sonaba la actividad no cesaba en el festival. La Quinta San Luis de Lumbisí contó con un escenario de ‘stand-up’, donde Lu Noboa, Sukitruki y Pancho Viñachi, con su historia de la vez que le robaron “pero un ‘chapa’”, sacaron una carcajada al público.
Dos artistas plasmaron su creatividad, además, sobre lienzos de más un metro y medio de área. Tonos negros y coloridos formaban parte del arte del festival. A ellos se juntaba el colectivo ‘El útero’ con presentaciones de hula hula y danza contemporánea entre el público y áreas de descanso.