Para que las notas de matemáticas de los estudiantes de Bachillerato Internacional (BI) varíen positivamente en 0,1 desviaciones de estándares, el Gobierno tuvo que invertir entre 15 y 17 dólares por alumno. Considerando que en 2018 fueron parte del programa 3.418 adolescentes de 200 instituciones, la inversión llegó hasta 58.106 dólares en un solo año. El dato lo revela uno de los estudios que realizó la Unidad de Investigación del Ministerio de Educación con respecto al impacto que han tenido nueve programas educativos implementados en la última década.
Entre esos, el documento global en el que se analizan los proyectos señala que el mejor programa, en términos de costoefectividad, ha sido el de conectividad en el que se invirtió cerca de 107,6 millones de dólares entre 2010 y 2017 y se sigue manteniendo con 2.880 dólares anuales, para proveer servicio de internet al 70% de unidades educativas públicas. Los resultados se muestran, a pesar de que una de las conclusiones señala que solo se encontró impacto significativo en lenguaje y en matemáticas, en 2015, pero luego se desvaneció en los siguientes años.
Asimismo, en la implementación del BI para 200 instituciones del Estado se utilizaron 29,2 millones de dólares (más 11.500 dólares anuales para mantener la acreditación), entre 2011 y 2017, pero el porcentaje de aprobación de los estudiantes no superó el 19% en todos esos años. Muy por debajo del promedio registrado en los indicadores de desempeño que maneja el programa que muestra un 69,6% de personas que lo aprueban a nivel internacional y un 80% en las Américas.
Panorama
Con respecto a las prácticas sociales que impactaron en la obtención de diplomas, otro estudio realizado entre 2017 y 2018 por la Unidad de Investigación del Ministerio de Educación determinó que el 59% de docentes de los planteles ha recibido por lo menos una capacitación, mientras que el 41% restante no ha tenido ninguna.
EL DATO
En abril de 2018, el Gobierno anunció que volvía al sistema de educación anterior al del régimen de Rafael Correa, debido a su fracaso. Entre las conclusiones se mostró que solo el 9,1% consideraba que la cartera de Estado aportó en la formación. Además, se encontró que los maestros estaban desmotivados y que, en algunas unidades educativas no se adecuaron los espacios necesarios para el desempeño.
Para este programa la recomendación fue rediseñar la planificación tanto de docentes como de estudiantes, pues también se vio que los chicos empezaron a sufrir problemas de salud como gastritis, estrés y trastornos de sueño; y que existe una tasa alta de deserción.
En cuanto a las Unidades educativas del milenio, la Unidad de Investigación del Ministerio de Educación encontró que los objetivos con los que se construyeron no se cumplieron o presentaron un porcentaje mínimo de logros.
Una de las promesas fue aumentar el número de estudiantes matriculados, pero desde 2008 esto no se evidenció. De 117 escuelas programadas solo se hicieron 65 y quedaron pendientes 52. La inversión llegó a 803,5 millones de dólares y no se detectaron cambios en rendimiento académico en 2015 ni 2016. (PCV)
Otros proyectos
° ‘Hilando el desarrollo’ fue otro de los programas que se midieron. Con 280,2 millones de dólares se entregaron uniformes a alrededor de 8,5 millones de estudiantes. Según el análisis de la Unidad de Investigación del Ministerio de Educación, los resultados fueron negativos en asistencia escolar en zonas rurales y urbano-marginales. La tasa de ausentismo se elevó al 25%. La entrega de ‘laptops’ y ‘tablets’ también tuvo un bajo impacto, al igual que los incentivos entregados a los profesores.
