“La gente le tiene mucho cariño al sistema y es muy respetuosa. Como en todo sistema colectivo hay ciertos problemas de empujones y tumultos en horas pico. Pero en una evaluación general la Cultura Metro funciona muy bien”, asegura Juan Fernando Tabaré sobre el funcionamiento del Metro de Medellín, en Colombia.
El periodista del vecino país del norte insiste en que ese nivel de convivencia en un sistema de transporte masivo es el resultado de un trabajo de muchos años, que se ha dado con la participación de autoridades, instituciones educativas, empresas públicas y privadas y, principalmente, de los usuarios.
En el caso de Quito, dos meses después de que representantes de Metro de Quito y Metro de Medellín firmaron un convenio de cooperación, todavía no hay un cronograma para la implementación de medidas que garanticen el adecuado uso del nuevo sistema, es decir de la denominada Cultura Metro. Esto, debido a que todavía se esperan los resultados de una consultoría, que a su vez deben ser conocidos y aprobados por el directorio de la Empresa Metro de Quito.
Con dichos estudios y con sugerencias de operadores de la región y de Europa, según la Gerencia del Metro de Quito, se espera conocer las percepciones de la gente sobre el Metro así como los posibles proyectos piloto, de comunicación y de promoción directa en escuelas y colegios para el “respeto, buen uso, cuidado y apropiación del sistema de transporte ferroviario subterráneo”.
“Metro de Quito se encuentra en pleno proceso de la implementación de la etapa preoperacional de sensibilización y cultura ciudadana”, agrega su gerente Édison Yánez, al señalar que los cronogramas se definirían en los próximos meses.
El experto en movilidad, César Arias, sostuvo que es necesario que haya un plan de comunicación con mensajes claros para que la gente cambie su comportamiento. “Debe ser un trabajo planificado, que se sostenga en el tiempo para que la actitud de los usuarios contribuya a una administración adecuada del sistema”. También dijo que se debe tomar en cuenta la experiencia del Trolebús y evaluar lo que ha funcionado.
Lo que pasa en el Trole
Al margen de las explicaciones oficiales, en un recorrido que un equipo de La Hora hizo en unidades del Trolebús entre La Mariscal y El Labrador, los usuarios testimoniaron cuatro problemas frecuentes en este tipo de sistemas: irrespeto a las filas de acceso en paradas, monederos que están dañados, irrespeto de puestos preferenciales para personas discapacitadas y falta de sensibilidad para con las personas de tercera edad, embarazadas y mujeres que llevan a niños en brazos.
4’000.000
de pasajeros diarios se podrán trasladar en el Metro.“Ahora porque ustedes están tomando fotos es que a una le ceden el asiento. A una le empujan, le pisotean. No hay respeto. Siempre tengo que ir parada”, lamentó María Susana López, quien tiene 76 años y padece una discapacidad física que le obliga a movilizarse con muleta.
Héctor Reyes, quien también tiene 76 años, contó que hace cuatro meses denunció a la empresa municipal que opera el Trolebús debido a que el cierre brusco de una puerta en una de las paradas le afectó su columna vertebral. “Si así va a funcionar el Metro van a suceder más accidentes. No esperan un poquito a que entren las personas de la tercera edad”.
En tres unidades que recorrían el tramo La Mariscal – El Labrador también se verificó el irrespeto a los asientos preferenciales. A las 11:27 de ayer en la unidad 27 que avanzaba a la altura de Iñaquito, por ejemplo, uno de los asientos preferenciales era ocupado por un menor de edad.
Al mirar esta situación por el espejo, el conductor Bernardo Bolaños manifestó que con esa falta de colaboración de la gente no funcionará bien el Metro. “Durante 11 años he pedido por el micrófomo que se dé preferencia a la tercera edad y mujeres embarazadas”. (JCER)
Una clase pendiente
° El experto en pedagogía educativa y exsupervisor provincial de educación Pichincha, Miguel Molina, reconoció que existe un fracaso del sistema educativo local y nacional sobre los comportamientos en el transporte público. “Se ha conversado sobre estos temas en los colegios Juan Montalvo, Mejía, Montúfar y en otras instituciones, pero estos esfuerzos no deben ser aislados sino incorporados en una cultura cívica que a su vez debe ser parte de la formación integral de los estudiantes”, recomendó.
Un cambio de modelo
° En ciudades mo Medellín la Cultura Metro es entendida como el resultado del modelo de gestión social, educativo y cultural que el Metro ha construido, consolidado y entregado a la ciudad. Este modelo puede ser adoptado, total o parcialmente, por otras ciudades e instituciones que tengan como propósito la construcción de una nueva cultura ciudadana, la convivencia en armonía, el buen comportamiento, la solidaridad, el respeto de normas básicas de uso de los bienes públicos, el respeto propio y por el otro, entre otros aspectos.
Ideas
Lo que se hizo en Medellín
° Programas educativos
° Concurso de sketch teatrales
° Programas culturales
° Programas de relación con la comunidad
° Escuela de líderes Metro
° Fomento de una movilidad sostenible
° Juegos sobre el mundo Metro